viernes, 29 de junio de 2007

Love (hi)story

Este post es realmente largo y totalmente personal. Necesito sacarlo y contar de paso muchas cosas. Necesito explicármelo todo. Necesito comprender que todo es un proceso y así como empieza, acaba.

Voy a escribir nuestra historia, ya que tengo que dejarla ir y eso implica olvido, me parece una canallada que se pierda, es una hermosa historia. Tengo la consigna de no derramar ni una lágrima mientras la escribo. Tal vez cuando la edite me permita una o dos.

Llegaste a mi blog un día de febrero del 2006, probablemente desde el blog de Hamlet, no recuerdo muy bien lo que posteaste pero sí que al ver tu perfil me dije: “qué interesante”. Regresaste unas cuantas veces y me decidí a leer tu blog. Leí desde el principio, tu viaje a Canadá y todo lo demás. Así me enteré que eras historiador, que eras puma y tenías un pollo de plástico llamado Cuauh y que tenías novia, pero sobre todo que te gustaba LA BARRANCA, que hasta ahora, es el vínculo que me ha dado a grandes y entrañables amigos. Luego de eso, cuando convocaba para algún concierto, decías que ibas, y nunca ibas, jajaja, ahora sé perfectamente por qué. La primera vez que escuché tu voz fue un día que jugaba pumas, yo iba a encontrarme con el Oso de Taiwán para ir al estadio, tu ibas hacia Cocoyóc con tus padres y quedé de avisarte del partido. En esa época estaba por terminar mi fugaz relación con el Dueño del gato. Se dio que inauguraron la Biblioteca Vasconcelos y muchos queríamos ir. En junio la volvieron a abrir y nos citamos, tu novia ,tú y yo para conocerla y además me iban a presentar a los Cabezas de Cera. Voy a llevar una playera roja del santos, me dijiste. Yo voy de negro, of curse. Ese día por alguna razón me recogí el pelo. Al salir en el metro Buenavista te ubiqué en seguida, tu tardaste un poco. Lo primero que me vino a la mente fue, “qué pelo, ja! es igualito a su avatar” tu novia no estaba, llegaría después. Entramos a la biblioteca, y platicamos, muchas cosas en común. Yo veía un libro de vampirismo, tu me contaste de alguna vez que jugando con un libro de Cortázar, (siempre Julio siempre) una novia tuya había dado con un texto que decía “entonces Renato tocó a la puerta” y mientras tú tocabas a la puerta. Fue gracioso. Salimos de ahí y comimos en un Sanborns, empezaba a llover y tomamos el metrobús que nos llevaría a el Centro Cultural Universitario. Ahí nos alcanzaría tu novia. Fue entonces que me percaté de tu peculiar forma de caminar y me diste una explicación por demás pintoresca. “Es el tumbao de los guapos al caminar”. Yo pensé, “no maus, no es para tanto” Llegamos un poco tarde y entramos. Todo el tiempo estuviste volteando para ver si llegaba ella. Yo me quedé embelesada totalmente con Cabezas de Cera. Salimos y tu novia seguía sin llegar. Le estuvimos marcando y resultó que como dentro del recinto en el que estábamos no había señal, no habías recibido sus mensajes y ella había preferido regresarse a su casa.

La siguiente vez que nos vimos fue para un partido de pumas, quedamos de vernos en el metro Miguel Ángel de Quevedo, yo llegué unos minutos tarde, tu novia no llegaba y como teníamos que comprar los boletos nos adelantamos. En el micro hacia el estadio me abrazaste y me dijiste que eras muy afectuoso con las personas y que no me lo tomara a mal. Cosa que entendí al instante, tuve en mente todo este tiempo y que ahora me viene a hacer un eco terrible en los oídos.

Tu novia llegó y por fin la conocí, había tensión por pequeños comentarios poco gentiles. Pero no pasó a más. Luego hubo algunos conciertos, algunos de LB a los que no fuiste y luego fue el del Faro de Oriente al que sí fueron, a pesar de que a tu novia no le gustaba LB. Ese día yo había ido a una práctica de rappel en la mañana y había llegado directo de ahí, así que iba sin maquillar ni nada, tú me tomaste un horrible video que aborrezco y lo subiste a youtube. Luego del concierto la bola de amigos, Fran, Camila, Valeria, Skantor, tú, tu novia y yo, nos fuimos a tomar un café. Cuando te despediste de mí, me diste el beso casi en la boca. Y la neta, me sacaste de onda. Entre este concierto y el siguiente en que nos vimos nos estuvimos mandando muchos mensajitos, en uno de ellos me preguntabas cuál era mi nombre, porque decías, me habías llegado a apreciar mucho y sólo me conocías por lilith. Luego fue que en un percance con Emiliano tuve el problema de la hernia. Cuando postee eso tu novia me dejó un mensaje : “fájate, pero no a mi novio”. La neta me molestó, ni al caso.

La siguiente vez que nos vimos tocaba Real de Catorce en el Alicia. Y fue cuando la historia comenzó a escribirse. Yo iba un poco delicada, no podía brincar ni nada. Y estaba usando una faja para el abdomen y la espalda. Los ví a ti y a tu novia en el metro Cuauhtémoc y caminamos al Alicia. Mientras esperábamos platicamos de muchas cosas, me di cuenta que ella seguía haciéndome comentarios poco gentiles pero les resté importancia. Está celosa, pensé. La verdad por mi cabeza no cruzaba la idea de tener algo contigo. Ella tuvo que irse temprano y tú saliste a dejarla a la puerta. Cuando regresaste dijiste “Por fin solos” y no sé si te lo dije o sólo lo pensé “eres un cínico, qué mala onda”. Llegaron Camila y Esparta y otros amigos. Cuando empezó Real de Catorce, empezó la magia. José me tenía embelesada, como a toda la concurrencia, y en algún momento me abrazaste. Yo me dejé abrazar, simple y sencillamente porque sentí algo, un algo que redimensionó todo. Transcurrieron los minutos y te tuviste que ir antes de que Real terminara. Al despedirnos, me diste el beso muy cerca de la boca y yo te lo regresé en la boca. Conmigo no se juega, chingao.

Luego me contaste que en el taxi, habías pensado en regresarte pero ya era muy tarde. Te envié un mensajito diciendo que me avisaras cuando llegaras a tu casa, y tu me pediste que hiciera lo mismo. Cuando te llegó mi mensaje dijiste, algo así como “no manches vives lejísimos, como te animas a salir tan tarde de los conciertos”. Y yo te conteste, sí pero lo mío es el rock. Una frase que te encantó y la hiciste tuya desde entonces. En ese tiempo platicamos por el messenger sobre lo que había pasado, era algo confuso para ambos. No sabíamos si exisitía realmente algo o si era producto del blues. Pero también te dije que no pasaría nada mientras tuvieras novia, tu dijiste que sentías desgastada esa relación, pues casi no se veían, y yo te dije “arregla tus asuntos y luego hablamos”. Yo escribí mi reseña y tu escribiste la tuya.

Estaba emocionada pues estos momentos en los que se empieza a ver la intención son los más emocionantes siempre, recuerdo que Camila me decía que no hiciera jaladas, que tú tenías novia y yo le decía que no iba a hacer nada, que lo más seguro era que no pasará de ahí, un simple pero emocionante coqueteo.

Pero sí pasó. Me pediste que nos viéramos, para darnos cuenta si era real o solo producto de la magia del Real. Yo pensé que era una mala excusa y una mala idea, pero fui muy egoísta y decidí que valía la pena jugársela, así que nos vimos. Ese día usaste tus “tácticas” de seductor conmigo, yo me sentía halagada. Sin embargo seguías teniendo novia así que no podía pasar a más. Yo no sé lo que sentiste tú, pero yo desee con todas mis fuerzas que todo eso fuera real y no sólo Real. Llovía terriblemente, nos habíamos quedado de ver en un Sanborns. Cuando llegué no supe qué hacer, pero evité besarte, simplemente nos dimos un “beso de gatito” es decir, chocando la nariz. Subimos a comer y platicamos. Luego fuimos al Museo de las Culturas Populares y ahí sí, nos besamos. Ese día fuimos a tu casa con otro pretexto muy malo, escuchar un disco. Me presentaste a Godspeed You! Black Empiror. Y mientras yo estaba nuevamente embelsada (qué clase de vampiro seré...) me besaste, lenta y deliciosamente. Se había hecho muy tarde y me pediste que me quedara a dormir, que no me preocupara, que me respetarías. Y ese día dormimos juntos. Mi delicada salud fue el limitante oportuno, un limitante que agradecí, dormimos vestidos y abrazados. Para los dos era un momento de embeleso, de enamoramiento pleno. Yo no creí volver a sentir eso, lo mismo te pasaba a ti. En mí había una lucha interna. Yo me sentía muy culpable, no quería lastimar a tu novia, esa sensación me persiguió durante mucho tiempo, pero como dije, egoístamente no me arrepentía. Decidiste entonces hacer las cosas bien. Un miércoles de agosto me llamaste para que comiéramos juntos, me dijiste que siendo honesto, como siempre has sido, habías hablado con ella. Que había sido duro. Yo no quise preguntar. La verdad yo me sentía culpable Pero, no por eso iba a dejar ir mi felicidad. Qué egoísta. Nunca tuvimos una fecha que celebrar, de hecho nunca lo celebramos. Simplemente empezó una de las etapas más hermosas que he vivido.

Esos primeros meses fueron increíbles, tu presencia se manifestaba todo el tiempo, era común que al mismo tiempo nos enviáramos mensajes o nos llamaramos, hablábamos por messenger todas las noches. Estabamos presentes en lo que escribíamos cada quien en su blog, más de una vez me dijiste que te encantaba que yo hiciera referencias a ti. Me tocó conocer a tu familia muy pronto y hubo problemas por ahí, tu madre decía que no había estado bien lo que habíamos hecho. Ella nunca me aceptó, porque yo soy mayor que tú, pero tampoco fue grosera conmigo. Los vi un par de veces solamente. Nos veíamos los fines de semana y a veces un día entre semana. Íbamos a conciertos, a librerías, a tomar café, o caminábamos por la ciudad, lo importante era estar juntos. Muchas de esas hermosas historias están en este blog. Casi todas estas historias tienen como protagonistas a demás de a nosotros, a la música o a algún libro.

Hay dos momentos que no puedo dejar de mencionar, uno el ultimo concierto en el DF de LB en el Lunario. Ahí, en medio de 300 personas, desaparecimos como individuos en un abrazo enorme, mientras sonaba la rola que siempre me hace llorar: Estallido interno y también, nuestro viaje a Guadalajara, nuestra lunita de miel, decíamos sabíamos que era el último concierto de La Barranca, pasamos casi tres días juntos que fueron maravillosos, lo que no sabía es que sería nuestro primer y último viaje juntos.

Vivimos cosas muy intensas, en verdad, nos entendíamos a la perfección en todos los planos y eso se notaba. Nuestros amigos, creo, se alegraban por vernos así de FELICES, porque fuimos inmensamente felices. Tal parecía que San Miguel Arcángel nos protegía. Una de las cosas que nos hacía unirnos más era el gran amor que tenemos por los libros y por la música, en ese plano, tú hiciste más por mí, me mostraste libros y música que sabías que me encantarían, yo te mostré algunas cosas que también hicieron honda huella en ti. La Barranca nos unía, los libros nos unían, nuestro amor estaba completamente fortalecido. Nos distanciamos un poco por tu fin de semestre, pero seguíamos hablando por messenger.

Pasamos navidad y año nuevo separados, por tu viaje a Europa, pero estuvimos en contacto todo el tiempo. Recibía tus mensajes con una emoción indescriptible. Me contabas de lo que estabas conociendo y me decías que lo que más deseabas era que yo estuviera ahí contigo. Soñamos con visitar juntos Venecia y de ahí vino el regalo más preciado que me diste. Tu corazón. Un corazón rojo de vidrio de Murano que me entregaste en nuestro reencuentro en un hotel de la Narvarte. Yo usé ese corazón desde entonces, no me lo volví a quitar. En enero fue tu cumpleaños y lo celebraste en Cocoyóc, hasta donde fui, conocimos a Dark Fairy porque ella y una amiga también fueron hasta allá. Volvieron los problemas con tu madre, hubo momentos difíciles en los que hasta lloré de impotencia. Tú siempre me protegiste, y evitaste discutir por mí con ella. Yo procuraba que no hubiera problemas, sin embargo los hubo. Siempre tuve la esperanza de que en el futuro, ella se diera cuenta de que yo solo quería tu felicidad. Espero que ahora se de cuenta de ello.

Febrero pasó rapidísimo y llegó marzo. Creo que en marzo empezó el desencanto, no sé si desde entonces tu necesidad de libertad, empezaba a aflorar. Yo notaba cosas que no me gustaban, pero todo lo hablábamos y lo resolvíamos o eso creímos. Una de las cosas que más recuerdo fue cuando te presenté a Juvenal Acosta, que a mí me había llegado por influencia de Camila. Tú te identificaste plenamente con Julián Cáceres, pero yo me resistí a ser La Condesa, yo nunca me sentí así, tengo muchas cosas en común con ella excepto una: la sumisión. A ti te encantaron sus novelas, a mí me hacían sentir un gran dolor y vacío, no podía creer en que te sintieras identificado con un hombre que no sabía amar, y que posiblemente moriría sin saberlo. Eso me decía que este amor no tenía futuro. Esto, creo yo, fue el punto de partida de un desencanto más profundo. Llegó mi cumpleaños y por problemas en tu casa no pudiste ir. Me sentí terriblemente decepcionada. Pero decidí dejarlo pasar, no había sido tu culpa después de todo.

En abril y mayo nos empezó a ganar la rutina. Había cosas que yo te señalaba y que lográbamos hablar, sin embargo solo resolvíamos a medias. Yo empecé a sentir el miedo. Poco antes de cumplir los ocho meses me dijiste algo que me hirió profundamente. Que necesitabas espacio, que te habías dado cuenta que durante todos esos meses tu vida había girado alrededor de la mía y que querías recuperarte a ti mismo. Y yo lo único que pude hacer fue darte esos espacios. Pero empezaron mis dudas y mis celos, porque en el fondo, sabía perfectamente que ese era el principio del fin, que empezaba a perderte. Que lo más seguro era que te perdiera por otra, una que se llama: Libertad. También me dijiste otra cosa cuando yo te pedí que nos viéramos más, me dijiste que yo no era tu prioridad. En ese momento pensé “párale de contar, no más fidelidad” pero seguía siendo solamente tuya.

Aunado a esto estaba la incertidumbre con aquello que tú llamabas nuestros cimientos: La Barranca y Real de Catorce. Cimientos que terminaron desmoronándose. Tú empezaste a salir con otros amigos que yo no conocía, marcándolos como un espacio en el que yo no podía entrar, ahí había amigas tuyas que, aceptaste, tenían cierta inclinación hacia ti. Esto francamente desató mi paranoia, me volví en extremo celosa y cuando me mostrabas las fotos de sus salidas, sólo podía ver lo que mis celos me dejaban ver. Y eso fue mi perdición, siendo libertad lo que tú anhelabas, fue lo último que me importó. Me sentía vulnerable, sabía que tú no estabas listo para una relación larga, a pesar de que al principio nos vaticinabas años juntos. Tú te sentías el Cazador de Tatuajes, y me lo hacías saber de mil formas. Alguna vez lo escribiste en tu blog otras en el messenger. Luego de un anónimo muy ridículo decidí darle la vuelta al asunto y escribí lo que para mí significas un intento por demás romántico. Mi tristeza empezaba a aflorar pero me resistía a escribirlo, sabía que si lo escribía se volvería realidad y quise ahuyentar a los demonios evitando hacerlos palabras. Tengo una libreta en la que escribo cosas que no escribo aquí, es la libreta de mis confesiones más íntimas, tú estabas en esa libreta porque en ella tengo escritos todos esos mensajitos que nos enviábamos al celular al principio, no quería que tu estuvieras ahí como están otros, los que ya he olvidado. Sin embargo luego de mucho tiempo sin escribir cuentos, mis celos se hicieron un cuento y mis miedos a que te fueras se hicieron otro cuento. Sólo Gabba notó mi tristeza. Tú me decías que en el primero de esos cuentos se notaba la influencia de Juan García Ponce, por un cuento de él que me regalaste en mi cumpleaños.

Creo que me di cuenta tarde de mi error, pero me di cuenta. Mis celos eran exagerados pero no infundados. Detrás de ellos estaba la certidumbre del alejamiento, del desencanto con nuestra relación, de tu desamor. Tu me repetías como tantas otras veces que si eso fuera me lo dirías. Te molestabas porque no te tenía confianza, pero no era eso. Todavía te tengo confianza. Creo que no querías darte cuenta, no querías que terminara el cuento de hadas y refundiste esa posibilidad en tu subconsciente. Yo no, hablaba de esto con mis amigas y durante mucho tiempo me sentí infeliz porque no sabía como frenarlo. Una noche estabas en el messenger con una de esas amigas tuyas a la que apoyabas mucho porque había vivido grandes pérdidas, me dijiste, “aguántame, está llorando”. Lo que no sabías es que yo estaba llorando también.

El final fue triste, luego de un reclamo del que ya me había arrepentido, te explicaba mi sentir y tú simplemente dijiste, “me doy”. El mundo se me cayó. Me desarticulé. Discutimos por teléfono y terminamos. Yo no deseaba terminar, yo quería arreglar las cosas. Mis celos eran algo que yo podía controlar, si me empeñaba en ello. Tu desamor no era algo que pudiera arreglarse, es definitivo. Este martes nos vimos, nos quedamos de ver cerca de la Condesa, (ja, La Condesa), yo leía a Juan García Ponce, te acercaste a mí y me diste un beso tierno. Caminamos tomados de las manos y nos abrazamos en la calle. Fue nuestro último abrazo. Entramos a un Starbucks, y nos sentamos a hablar en la terraza. Empezaba a llover, ¿te das cuenta como la lluvia siempre ha estado con nosotros? Nos mirábamos a los ojos, nos tomamos de las manos. Yo estaba dispuesta a comprometerme a arreglar lo que era mi responsabilidad. Tú ya hablabas de nuestra relación en pasado. Y no lo soporté. Mas allá de las discusiones que podían solucionarse, estaba el hecho innegable de que ya no sentías más amor por mí, y aunque hubieramos podido forzar esto y estar más tiempo juntos, por los sentimientos que quedan, deseabas más recuperar tu libertad. Quité mis manos de las tuyas, te entregué tus libros y me quité lo que desde aquél hotel en la Narvarte no me había quitado, lo metí en el sobrecito en que me lo diste y te lo regrese. “Tu corazón ya no es mío”.

Cuando me dijiste “No quiero perderte” pensé que todo se solucionaría. Cuando me dijiste “No quiero continuar” me dejaste vacía. Pasó un largo rato en que sólo nos mirábamos. No sabía que mas decir. Me levanté y sólo acerté a decirte “chau”, me diste un beso en la mano, como los que da Constancia, como los montones que me diste en aquel Sanborns del pasado agosto cuando llovía a cántaros y me pedías que fuéramos a tu casa. Con ese beso se cerró el ciclo.


Èsta, aún faltándole muchos hermosos detalles y algunos terribles, es nuestra historia. La escribo un 29 de junio, a poco más de un año de conocernos. Con ella me despido del hombre que amo y que ya no puedo seguir amando. Mañana te veré como mi amigo, como el maestro de inglés. Creo que en todo momento fuimos lo más sinceros posibles y aún hay sentimientos que nos unen. Por eso voy a seguir apoyándote en lo de las clases. Mañana llega i, nuestra pobre i, que tantos clones nefastos ha tenido. No quiero privarlos ni a ti ni a ella de su mutua compañía, todos tenemos una pérdida que sufrir, y no me siento con el derecho de excluirte de ello. Cuando leí tú último post (sí donde me comparas con una Bic Mac, tarugo) me di cuenta que de mí dependía no perdernos del todo.

Será difícil, pero vamos, todos ustedes me conocen bien, saben que siempre agarro el toro por los cuernos y que el amor me apendeja pero no me tumba. Saben que me doblo pero no me rompo. La prueba está en que terminé de escribir todo esto sin derramar una lágrima. Perdonen si no la edito, ya sería mucho.

Hoy también quito definitivamente a mi mascota lu, este gatito negro juguetón que está al final de la columna del blog, ahí ya no puede decir que eres mi dueño. Nunca nadie volverá a ser mi dueño.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando ves que hay cosas mas alla de uno mismo que lo une con otra persona, es mas dificil entender que no se puede estar juntos. Es cuando te dan ganas de dudar de la magia o de ese algo, y si dejas de creer en eso, de verdad que se te mueve el suelo. Cual seria el camino entonces?

Creo que escribir todo esto es una muy buena terapia y ademas nos dejas disfrutar de una historia de amor.

Mas abrazos.

Anónimo dijo...

Gracias por esto, gracias por todo

Anónimo dijo...

Cuando la magia se acaba es mejor dejar al otro seguir su camino. Lo realmente difícil es matar el amor que se queda en uno y que puede ser más resistente que las cucarachas.
Qué sentido tiene preservar un mecanismo de casa embrujada vacío y sin luz...

Anónimo dijo...

Me desconecté un rato pero si sé podía intuir. Los últimos posts lo afirmaban aunque te digo que me los perdí.

Piensa, aunque no pragmáticamente, que cada quien tiene una función que cumplir con su paso por las vidas ajenas. Somos líneas que se cruzan.

Sólo puedo decir: tú tranquila.
Luego te leo.

Anónimo dijo...

Gracias por haberme dejado estar cerca en esos 2 momentos tan importantes en tu vida: Faro de Oriente y Guadalajara, aquel viaje a esas lejanas tierras en las que presencié el amor más profundo que 2 personas pueden sentir, fue para mi un ejemplo de lo que me gustaría algún dìa tener en mi vida.

A mi nunca me han amado así, y quizás no lo merezca por todos los errores que he cometido, pero sabes que siempre queda el recuerdo de haber vivido algo tan intenso en tu vida, y no soñar con algo que muy muy pocos tienen la suerte de vivir.

Ahora la soledad nos inunda a los dos, pero aún quedan las esperanzas de vivir algo mucho más fuerte en el futuro. Toma esto como una prueba para templar tu fortaleza, verás que pronto tendras tu recompensa

"Cuando el síndrome se vaya, no habra nada más que luz"

Anónimo dijo...

Por cierto, se me olvidaba, bienvenidos a la condesa

Anónimo dijo...

Te estaba leyendo y no pude evitar entrar a uno de los links, el de Estallido interno, una vez me paso algo muy parecido y creo que no lo hubiera podido expresar tan claramente como usted. Fue en un concierto de la barranca. Uno memorable.
Cuidate mucho, un abrazo.

Anónimo dijo...

Te estaba leyendo y no pude evitar entrar a uno de los links, el de Estallido interno, una vez me paso algo muy parecido y creo que no lo hubiera podido expresar tan claramente como usted. Fue en un concierto de la barranca. Uno memorable.
Cuidate mucho, un abrazo.

Anónimo dijo...

El mejor y mas completo post que he leido (desafortunadamente es una historia real y duele, las letras que acabo de leer duelen comparto tu tristeza), una cronica de amor que nace, crece y se muere...creeme, nunca escribire de esa manera en mi post, me faltan huevos, me faltan esa cosa...lo unico chingon en materia de musica es que te presento a GYBE...saludos Lu...

Anónimo dijo...

Clau
Yo aún no lo entiendo, pero ya no depende de que entienda. Hay una realidad a la que tengo que adaptarme.

Más abrazos aún.

Prometeo
Creo que ambos recibimos mucho del otro, gracias a ti también.

Eliza
Así es, aunque duela. Siempre queda Hendrix para levantarnos el ánimo.

Beto
Yo SIEMPRE estoy tranquila. Si doy todo y hago todo lo posible, eso me deja tranquila.

Skantor
Gracias a ti por el apoyo en estos momentos

Dulce Geisha
Ese momento memorable es el que más me ha hecho dudar de que esto es real.

Oso
Gracias por compartir la tristeza, a veces sacar fuerza de donde no hay es lo único que nos mantiene en pie.

Anónimo dijo...

En este tipo de sucesos siempre quedan infinidad de preguntas flotando en el aire y la verdad hasta despues de un tiempo empiezan a contestarse ellas solas.
Pero a final de cuentas es un juego llamado amor y quien lo juega debe asumir el riesgo de salir con el corazón roto, es la unica forma de vivirlo no hay medias tintas.
Viene un proceso de recuperación, largo? no lo se, depende de lo vivido y creo que ayuda mucho poner los pies firmes en el suelo y abrirse a la asimilación de la nueva realidad.
Te mando un saludo y se que saldrás fortalecida y con nuevos bríos para seguir en el camino.

Anónimo dijo...

:D Bueno saberlo.
Pues... podrías hacer algo parecido a Alonso, ¿no? Similar a "en otros asuntos". ¡Es que tengo una duda! ¡Yo no sabía que te gustaba 31 minutos! Saludos.

Anónimo dijo...

Son los altibajos de vivir al borde del abismo, de ser extrema en todo lo que haces, que entregas todo lo que eres... y lamentablemente casi siempre acabamos cayendo al abismo, pero el chiste es saber levantarse, que por más lejana que se vea la superficie hay que escalar, llegar y seguir caminando por la orilla, esperando a que la próxima vez no nos empujen.

Un abrazo fuerte, fuerte.

Anónimo dijo...

Ya vine a leer todo, es que estaba largo y no lo hice antes. Ora sí, pero sabes? a mí me cagan los chismes y los rumores, los dimes y diretes, haya o no razón, me caga, las cosas de este tipo se arreglan entre dos, de hueva, desgasta. Ya, pa fuera y lo que sigue reinis.

Anónimo dijo...

Edgar
Tienes mucha razón, preguntas quedan volando y jamás tendrán respuesta. Lo importante es saber que así son las putas preguntas. (no es que odie a las preguntas, ellas se buscan que les diga así, jaja)
Gracias por leer.

Val
Tú sí me conoces amiga, y ahí andamos en el borde del abismo. Abrá que aprender equilibrismo.

Juan

A veces escribo acá pensando en los que leen, pero a veces, cuando traigo algo muy grande, escribo de forma muy egoista como esta vez, para sacar todo lo que no puedo controlar. Pero tienes toda la razón, yo sigo.

Anónimo dijo...

Bolero



Qué vanidad imaginar

que puedo darte todo, el amor y la dicha,

itinerarios, música, juguetes.

Es cierto que es así:

todo lo mío te lo doy, es cierto,

pero todo lo mío no te basta

como a mí no me basta que me des

todo lo tuyo.



Por eso no seremos nunca

la pareja perfecta, la tarjeta postal,

si no somos capaces de aceptar

que sólo en la aritmética

el dos nace del uno más el uno.





Por ahí un papelito

que solamente dice:



Siempre fuiste mi espejo,

quiero decir que para verme tenía que mirarte.





Y este fragmento:



La lenta máquina del desamor

los engranajes del reflujo

los cuerpos que abandonan las almohadas

las sábanas los besos



y de pie ante el espejo interrogándose

cada uno a sí mismo

ya no mirándose entre ellos

ya no desnudos para el otro

ya no te amo,

mi amor.

-Cortázar-

Anónimo dijo...

No llores por q terminó, se feliz por q existió...

Saludos

Anónimo dijo...

Excelente forma de desahogarse, me trajo demasiados recuerdo, abrió viejas heridas y me hace agradecer lo que tengo, Lu, te entiendo y sentì tu dolor, no tienes idea de cuanto, lo que pienso es que eres una mujer muy inteligente y lo superarás pronto, el amor acaba???

Anónimo dijo...

Minino

Julio, siempre Julio, poniendo en palabras el miedo que sale de la herida. Gracias por esto hermana gato.

Solitaria

Soy feliz porque sigo siendo yo, nomás por eso.... Gracias por venir a leer.

Vampy girl
No solo agradezcas lo que tienes, también piensa que hay un punto del que no hay regreso, supérate a ti misma y a tu miedo.