jueves, 24 de mayo de 2007

Todo el cielo, Todo el tiempo.

Me encontré a Dios, entre la lluvia. Nop, no estoy hablando de una “experiencia religiosa” simplemente ayer, mientras disfrutaba de este evento, sucedió lo inimaginable. En la parte de atrás del teatro, me reía solita de las ocurrencias del que estaba en el escenario, con mi perspectiva, un tanto atrás y cerca del pasillo, podía ver las siluetas y por momentos a las personas que entraban y salían. Había bastante movimiento a pesar de que afuera toda la tarde había estado lloviendo. En la penumbra vi una silueta conocida, y me dio un salto el estómago. Si no estaba equivocada era una de las personas que más deseo ver desde octubre del año pasado, así que sin pensar me levanté y salí tras él. Luego de escaleras y escaleras en las que no pude alcanzarlo y corroborar si realmente era él, llegue hasta el umbral, donde se había detenido, indeciso en salir a la lluvia. Por supuesto que era él; él, su franca sonrisa, su clara mirada. Me preguntó si estaba ahí por el evento a lo que asentí, luego me dijo que le dijera algo a alguien y yo le conteste que sí. Minutos después me di cuenta que estábamos pensando en personas distintas, quien sabe si el se daría cuenta del error. Mi paraguas en la mano llamó su atención, pero sólo me preguntó si iba de salida o me quedaría. Le dije que me quedaba todavía, que sólo había salido a saludarlo. Recordé que muy pronto cumplirá años y le di un abrazo anticipado. El se sorprendió de que lo supiera, estaba a punto de irse pero seguía indeciso ante la lluvia, pensé en acompañarlo hasta su auto pero la lluvia no era para tanto.

Llueve. Todo el cielo. Un sí y una tímida risa fueron sus respuestas. Mis palabras sirvieron de preámbulo, pues no pude evitar soltarle esas preguntas pesadas que corroen mi alma desde hace tiempo, pero solo obtuve un gesto casi indescifrable. Una muy remota esperanza. Y una invitación a vernos pronto. Se despidió y se fue.

lunes, 21 de mayo de 2007

Pardo

En uno de los sueños yo flotaba en el aire a voluntad, luego una enorme masa informe me llenaba de polen de flores negras y caía, efecto totalmente contrario al de los polvos de Campanita, tal vez sea que no hubo recuerdos felices que evocar. En otro, dentro del metro un accidente, cientos de personas salen del vagón y caminan, adelante, luego de mucho tiempo de caminar entre ratas, cucarachas y puras piedras se vislumbra la víctima sobre las vías: una salchicha. En uno más, una fila interminable de habitaciones que esperan a que yo me acerque y mire que hay en su interior, y el temor, porque sé que lo que está dentro, los adolescentes desnudos leyendo un libro, en otra, la mujer con la plancha en la palma de la mano... ya no tendrían por qué estar aquí... despierto siempre cuando me falta el aire, tomo el inhalador que el doctor me ha recetado para mis alergias y abro la ventana, me baña un rayo de luna, empapada vuelvo a la cama a revolcarme entre las sábanas y las espinas de las innumerables locuras de mis sueños.

Cada día en la oficina, los ojos se me cierran, la energía me falta, no me concentro y divago... las letras pierden sentido y mi mente se dispersa mientras un color domina mi mente, verde, colinas interminables plagadas de verdes arbustos de hojas anchas.


Otra noche, una sin luna, él entró sigiloso por la ventana, se detuvo un momento en mis ojos abiertos que miraban de fijo a los suyos, pues ya sabían que pronto llegaría. Sus pasos suenan el piso frío, pero solo cuando sabe que aún no concilio el sueño, quiere que sepa exactamente dónde está. Pienso si acaso sus plantas no se pegarán en el piso con las manchas de café, pero me doy cuenta que es imposible porque el café no se toma con azúcar.

Tiene ya tres días a mi lado, no lo he escuchado emitir un solo sonido, es atento, me espera con ansia cada que regreso, me acepta unas cuantas caricias mientras le pongo un poco de comida en el plato, y él la come sin prisas. Luego cuando me pongo a trabajar, se sienta cerca pero no se duerme como acostumbran los de su especie, está siempre atento, vigilante. Supongo que duerme mientras yo no estoy, pues nunca lo he visto dormir y si intento acurrucarlo en mi regazo da un brinco y elegantemente escapa.

Estoy convencida sin embargo de que ronronea por las noches, solo eso explicaría qué por fin puedo dormir.Sentí el peso de su cuerpo sobre mi pecho, abrí los ojos sobresaltada pero su mirada estaba más allá de mi cabeza, cazaba algo que estaba un poco por encima de mi, y saltó, por sobre mi cabeza y aferrándose a algo que había en la pared, me cubrí el rostro y para cuando voltee él ya salía corriendo por la puerta del dormitorio siguiendo la persecución.

Me levanté de un salto y fui tras él, mis pies desnudos sentían de vez en cuando la humedad de las manchas, ahora sí un tanto viscosas, un poco resbaloso, como pude llegué hasta la cocina donde él ya hacía un alboroto persiguiendo su presa, en la oscuridad total poco era lo que distinguía y accioné el interruptor de la pared repetidamente pero no sucedía nada, tal vez solo sucedía que había olvidado pagar la luz... escuchaba solamente el ruido de las cosas al chocar y caer, él estaba haciendo un alboroto total, podía escuchar pasos y sus brincos... corrí hacia la despensa buscando una encendedor, una vela, lo que fuera que pudiera alumbrar me detuve con una mano del fregadero que está a un lado de la despensa y agachada seguía buscando una fuente de luz, cuando algo viscoso rozó mis dedos, retiré mi mano en seguida y pude oírlo como se lanzaba al fondo del fregadero y atrapaba algo con la boca, en medio de una furiosa pelea de zarpazos y una vez que logró asirlo, salió corriendo a toda velocidad hacia la ventana por la que muchos días antes había llegado. Corrí tras él pero no pude más que ver su silueta saltar y escuchar sus pasos apresurados perdiéndose en la noche.

Me quedé sentada ahí en el piso, mi cuerpo temblaba. No sabía si tendría fuerza para levantarme, en realidad... tendría caso que me levantara? Él guardián de mis sueños se había ido, saltó elegantemente por la ventana.

En la mesa de noche seguía mi vaso de leche... sola, sin nada.

sábado, 19 de mayo de 2007

Café



Basado en una nata de moho real

El lunes hizo mucho calor, no se me antojó tomar café, pero la mañana del martes estuvo un poco fría y se me antojó un cafecito. Tomé mi taza de gato azul y caminé hasta la cafetera, cuando levanté la tapa de mi taza ví una desagradable nata de moho nadando en los restos de café putrefacto que seguramente estaba ahí desde el viernes. Me dio asco, pero miré fascinada por unos segundos la formación mohosa del fondo de mi taza, hasta que me llegó a la nariz el olor del café pasado, un olor muy parecido al que el café tiene normalmente, solo un poco más mmm... no sé... algo desagradable. Pensé por un momento que esa nata era producto del café pero también un poco de los rastros de saliva, mi saliva, que quedan en la taza. Aguantándome las ganas de vomitar, fui hasta el fregadero, tiré los restos incluyendo la nata y dejé la tasa remojándose con un poco de jabón. Ya por la tarde, regresé a lavar la taza nuevamente, y como siempre, me enfadé al ver que algunos en la oficina dejan todo mojado cuando lavan sus tazas, había sobre la alfombra un rastro de agua. Decidida a increpar al descuidado seguí el rastro de agua y cuál fue mi sorpresa de que éste llegaba exactamente a mi oficina, pasaba pegadito al marco de la puerta, rodeaba el escritorio y el librero y llegaba hasta el perchero donde está mi bolsa y mi chaqueta. Llamé a la señora de la limpieza para que secara un poco la alfombra mientras yo salía a comer. Cuando regresé me dijo que había encontrado la alfombra seca, pero que había unas manchas oscuras como de café y que ya las había limpiado. Volví a colgar la bolsa y seguí trabajando normalmente.

Por la tarde fui a tomar café con unas amigas, estuvimos un buen rato, pedimos pastelitos y platicamos de todo un poco, cuando nos llevaron la cuenta, un olor a café un poco desagradable salió de mi bolsa, muy extraño, no se parecía en nada al delicioso aroma del café que acabábamos de tomar, el aroma se extendió en todo el lugar, y de pronto empezó el alboroto, las personas de las otras mesas llamaban a los meseros, su café de pronto sabía mal, hubo quienes al tomar un sorbo, lo escupieron sobre sus acompañantes… Nosotras pagamos y salimos de ahí antes que la cosa se pusiera más fea…

Me dirigí a casa y al sacar las llaves, el desagradable aroma regreso, mi bolsa de terciopelo negro de algún modo se había ensuciado con el resto de café en la oficina, pero no sé cómo.

Le di vuelta a todas las cosas sobre la cama, llaves, maquillaje, cartera, cepillo del cabello, celular, todo quedó ahí, el aroma persistía, arrojé la bolsa de terciopelo al cesto de ropa sucia. Limpié cada cosa y la metí en una bolsa de piel. Prendí la laptop y trabajé un rato, el aroma me quitó las ganas de tomarme un café. Antes de irme a dormir tomé un baño.

Hasta allá me siguió el aroma extraño a café que sentí desde la oficina, tal vez un poco intensificado por el vapor del baño. Ese día dormí mal, sueños extraños de los que despertaba con una sensación de opresión, no recordaba nada del sueño, nada. En la mañana, cuando fui a la cocina a prepararme un café me llevé otra desagradable sorpresa, el café que tenía en el refrigerador olía mal, no me quedó más remedio que tirarlo.

Toda la semana el departamento olió así, supongo que por la mancha en mi bolsa, pero no podía ir a la lavandería hasta el sábado. Toda la semana tuve sueños extraños, tipo película de los cuarentas de monstruo que persigue a chica, algunas veces más nítidos que otras, pura sensación desagradable. Cuando llegó el sábado, pude por fin lavar mi bolsa. Al regresar, en la escalera, me encontré a la señora que asea los departamentos. Me comentó que le había costado mucho trabajo limpiar las manchas de café en el piso, le pregunté que cuáles manchas y me dijo que había encontrado el departamento todo lleno de manchas de café, como si yo me hubiera paseado con un vaso roto por todo el lugar, me dijo también que ya no comprara de ese café, que olía muy mal y que además daban los vasos rotos.

De eso ya tiene tres meses, el desagradable olor a café no se ha ido, yo sigo durmiendo mal, la señora se hartó y ya no me limpia el departamento, hay manchas de café por todas partes.


domingo, 13 de mayo de 2007

Sonata para un buen hombre

El conductismo, a grosso modo es una corriente psicológica que afirma que por medio de un entrenamiento o programación es posible lograr que, a un determinado estímulo, corresponda una determinada respuesta. Uno piensa que eso es una soberana mamada, lo piensa si sabe poco o mucho de conductismo, o si apenas se acaba de enterar, lo piensa porque, por supuesto, siendo un pensador humanista, el hecho de hacer predecible al ser humano le asquea.

Bueno, pues gran parte de los mensajes que recibimos son puramente conductistas, de hecho, en comunicación y en educación es lo que mejor funciona.

Ahora, que tal si usted está en una sala de cine, mirando una historia que lo tiene cautivado y en una de esas escenas, el guapo escritor con el que por supuesto ha entablado una relación de total empatía e identificación, es notificado de una tragedia, y en medio de su dolor y turbación, (momento en el que, usted espectador, aún intenta a toda costa la contención de sus emociones) se dirige a su piano y empieza a tocar una hermosísima sonata que desde el primer acorde activa esa implacable sensación que se detona en un momento dejándolo a merced de un cúmulo de emociones que se desbordan… ¿qué pasa si, en ese preciso momento, ese otro personaje a quien usted prejuzgó duramente desde el principio, y que de unas escenas para acá lo ha hecho dudar, dirige su mirada sin ver directamente a usted, sí usted espectador que está cómodamente sentado en su butaca, qué pasa si en ese momento, UNA LÁGRIMA, en un perfecto ejercicio de sincronización corre por las mejillas de usted conmovido espectador y del personaje que prejuzgó, dando metafóricamente la impresión de estarse viendo en un espejo?


Diría usted que es conductismo?


U opinaría como yo, que a eso es precisamente a lo que se le llama ARTE?


Bueno pues sea que su opinión se incline a cualquier lado, le sugiero vea La vida de los otros. No se va a arrepentir.

No es sólo una historia perfectamente documentada y ambientada sobre el socialismo alemán y el derribamiento del muro, o la historia de un hombre brillante comprometido con su arte, que hace todo lo posible e imposible, lo legal y lo ilegal para expresarse; o la historia de un hombre gris comprometido con su trabajo, que hace todo lo posible e imposible, lo legal y lo ilegal para que su más grande ideal prevalezca. Es todo eso y muchas, muchas más emociones, como lo que le espera al final.

¿Verdad que después de algo así se puede pensar todavía en LA ESPERANZA?

miércoles, 9 de mayo de 2007

Yo sí tengo madre

Hace un par de años, Audioslave, banda heredera de Soundgarden y de Rage against the machine, estuvo en nuestro país. Yo tenía mis boletos y la emoción al tope, ya que Chris Cornell es uno de mis teens idols, y al final no fui.

Obviamente que ahora lo siento con el alma ya que desde febrero de este año, mi amado Chris se deslindó de Audioslave definitivamente.
Pero creo que haberme ido a un concierto y dejar a mi jefecita en cama con una pierna rota, habría sido de muy poca madre, y la neta, y aunque lo duden, YO SI TENGO MADRE!



si quieren ver otro video del dueño de mis wetdreams adolescentes, vayan a Terciopelo Carmesí



lunes, 7 de mayo de 2007

conflictos de personalidad

Me jode terriblemente este motor de escritura,
cuando uno ve mucho una cosa
digamos un espejo,
una llave de sol
una verdad terrible
termina por parecer algo extraño y desconocido
¿ha sido siempre así?
LA RESPUESTA de todas formas no me importa.
Quiero morder un cuello
Quiero romperme las alas en un rascacielos
Quiero despertar sin hambre
Quiero beber dos litros de agua diarios
Quiero caminar un día de estos en Chapultepec y por qué no, remar en
el lago
Quiero ser una buena persona
Quiero recordar cortarme las uñas de los pies
Quiero eliminar progressssivamente mi autocensura
Quiero no estar aterrada
Quiero gritar
Quiero dejar de dejar todo para mañana
Quiero sentirme bien (como diría Ely)
Y tú qué quieres LU?
Tú qué chingados quieres?

domingo, 6 de mayo de 2007

Quesque mis ojos o cómo jugando dominó me convertí en Medusa



El sábado en la noche era el cumpleaños de Histeria y lo celebraría en una casa que sus papas tienen en no sé donde. Como yo no sabía llegar, quede de verme con mis cuates y luego de un viaje larguísimo, en medio de las ocurrencias de Electrocow, Woody y Fosy, (ondas como los patrocinadores de mi programa de radio, desde martillos Truper y sierras eléctricas Carterpillar, o la excelsa imitación de “Este es mi pantano y de nadie más”) llegamos a Pantano de las Flores, digo, Villa de las flores... sí, en Coacalco! Estaban ahí amigos de festejado, compañeros de escuela y algunos miembros de su familia. Había buena música, predominando la electrónica. Risas por acá y por allá, porque estos cuates se pintan solos para la comedia, siempre termino doblándome de la risa. Luego de cenar se armó el dominó. Mi pareja de la noche fue Brenda y… pedagogas al fin, con más de diez años de conocernos, tenemos una perfecta comunicación, bastaba una mirada, una sonrisa o un puchero para entender cuál era el paso a seguir y pues ya entrados en calor, y por pura necesidad, le perdí el asco al vodka con jugo de uva.

El dominó es un juego básico en mi vida. Cuando todavía no sabía hablar, ya pasaba tardes enteras sentada en el regazo de mi abuelo mirándolo jugar con mis tíos. Ya de adolescente, durante muchos años, pasábamos las tardes de sábado jugando con unos compadres de mis papas. Así que aunque no me considero experta, creo que sí me puedo defender bastante bien.

Jugar dominó no es complicado, más que eso de “contar” es importante estar muy concentrado en el juego, saber comunicarse con el equipo y observar a los contrincantes.

Para ganar es necesario procurar tres cosas:

-Obligar al siguiente a pasar

-Abrir juego para la pareja y

-Jamás, por experimentado que seas o por lo mucho que consideres tener el triunfo en la bolsa, cantar victoria antes de tiempo.

Se fueron armando las parejas: Histeria-Electrocow (los electro), Koala - Sra. Koala (los Australia), Carlos – Luchador amateur ( se ganaron a pulso el nombre de los machines), la pareja CCH Vallejo cuyos nombres no recuerdo, Erick (hermano de Histeria) – Tío de Histeria (los soberbios), Fosy – Primo de fosy, (los waka, waka) aunque después en lugar del primo entro Woody y luego Checo, y al final se terminaron jugando Fosy- Hermano de Histeria; y por supuesto Brenda y yo. Bastante nutrida la concurrencia, pues. En total habíamos cuatro mujeres jugando, pero Brenda y yo éramos la única pareja integrada solo por mujeres.

Las rondas iniciaron, los equipos entraban y salían, hasta que la pareja de los soberbios se mantuvo por tres juegos; para que es más que la verdad, se las daban de muy acá, y eran buenos, pero la soberbia siempre está de más, el nombre se lo ganaron porque cada que sacaban a otros decían, “ora sí unos que raspen, no?”. Pero luego los de Australia los sacaron e iniciaron una racha de ocho juegos al hilo, record que ostentaron durante toda la velada. Luego, no recuerdo quienes los sacaron pero seguían entrando y saliendo. Hasta que Brenda y yo entramos y logramos cuatro juegos al hilo. Tal vez tenga que ver que Woody nos hizo unos de sus acostumbrados “tatuajes de la suerte” jajaja, a mí en la espalda y a Brenda en el brazo. Sacamos a los soberbios, a los machines, a los electro, a los Vallejo, pero nos sacaron los Australia. Desde entonces los machines empezaron a decir que lo de Brenda y yo había sido pura suerte, que cómo unas chavas iban a ganar tantos. Seguía la onda de entrar y salir hasta que nosotras iniciamos otra racha a ritmo de Sussie 4. Y fue entonces cuando mi paciencia empezó a desvanecerse. ¿Por qué algunos hombres no toleran que dos mujeres les ganen en un juego que según sus pobres cabezas, es para hombres? Empezaron los comentarios cargaditos de parte de aquellos que apenas conocíamos, ondas como: "no las mires porque te desconcentran", "es pura suerte pero ahorita se les acaba" y hasta “no más por que son bonitas”, a lo cual Brenda y yo respondíamos con juegos culminados a nuestro favor. Y los sacamos a todos. Siete juegos al hilo. Pero en el octavo, onda las cuatro de la mañana, me apendejé y me puse a mandar un mensajito por cel a cierto gatito que en esos momentos correría encuerado por el Zócalo y me desconcentré. Así que los electro nos sacaron con la efectiva pero insatisfactoria estrategia de cerrar el juego. Igual salieron los comentarios por parte de los tipos referidos, de “ya era justo”, “ya les habían dado mucha vida” “hasta parecía brujería”. Brendita ecuánime como siempre fue a abrazar a su Woody y yo me fui con Electrocow por otros tacos de guisado a la cocina, no sin antes decir algo así como “Las ardillas al bosque, señores”. Cuando se enfrentaban los koalas y los soberbios, regresábamos de la cocina y el Luchador amateur dijo: van a perder los koalas y yo nomás viendo las fichas en la mesa dije: No creo. Y el hermano de Histeria muy mala leche me dijo: es que tú estás trayéndonos tu mala vibra. Y ahí sí me encabroné, sobre todo porque se apendejaron los koalas y perdieron. Checo me llamó al puesto del dj y cuando intentaba atravesar, el hermano de Histeria se vanagloriaba de haber ganado y entre muchas cosas decía, refiriendose a mí, pero sin verme a la cara, que para ganarme era necesario no verme a los ojos porque “la ves a los ojos y te paraliza, es como Medusa”. No se hicieron esperar los comentarios de mis amigos, diciéndole que no se pasara cuando ya harta, le dí un zape y le dije algo sobre saber perder.

Histeria me pidió disculpas por su hermano y me preguntó si me había caído mal, contesté que obviamente me había caído mal, que me cagaba que una bola de machines como la mitad de los presentes, no les cupiera en su primitiva cabeza que Brenda y yo les ganábamos porque más que saber jugar, podíamos razonar y comunicarnos bien, que me parecía muy poca madre decir que nomás por cómo nos vemos, los desconcentramos y que sólo faltaba que hicieran una hoguera en el patio y nos quemaran. Cada vez más serias Brenda y yo volvimos a ganarles a unos y otros sin hacer racha, hasta que luego del quinto o sexto vodka por ahí de las seis de la mañana, decidimos que era hora de dormir, aunque algunos siguieron jugando. Tal parece que la casa de Histeria está diseñada para las fiestas, pues hay bastante lugar para dormir. Dicho sea de paso, su decoración totalmente retro, desde el cenicero hasta el teléfono. Ya arriba, los koalas se acomodaron en una cama, y como Electrocow ya roncaba en la otra (evento documentado en video por supuesto), Brenda y yo nos acomodamos en un colchón en el centro, diciéndole a Woody que le tocaba empujar a Electrocow cuando decidiera dormirse, pues se bajó a seguir jugando.

Despertamos como a las once, pero con una güeva terrible y uno que otro medio crudo, pero tuve que ir al baño y Woody se cambió con Brenda, y me tocó a mí empujar al Electrocow que apenas se despertaba. Luego de especular sobre lo que hacían los que estaban abajo (que por los ruidos podía ser desde una orgía, hasta una sesión de aerobics o preparar el recalentado) siguieron los chistes y bromas, al grado de que ya me dolía mi pancita de tanto reírme. Como a las doce nos decidimos a bajar y atacamos gustosos lo que quedo de la comida, para mi sorpresa el vodka no me produjo dolor de cabeza, como acostumbraba y andaba fresca como lechuguita. Vimos unos capítulos de South Park, uno donde sale Mel Gibson, el ídolo de Woody, tema que siempre causa polémica y luego ya cuando nos íbamos bajó el hermano de Histeria con un cara de no hagan ruido que estoy bien crudo. Aunque me dieron ganas de gritarle un poquito preguntando si nos echábamos unos jueguitos, preferí, con mi mejor sonrisa decirle: la salsa está re picosa, éntrele.

martes, 1 de mayo de 2007

El gato se ha metido a la radio!!!


Luego de una cantidad enorme de nombres, de estiras y aflojes, de una incontable serie de temores y ganas de rajarme, el próximo martes a las diez de la noche, en la misma frecuencia de Rockat, escucharán la primera transmisión de TERCIOPELO CARMESÍ, programa que este gato produce y conduce desde la comodidad del cyberespacio. Es un programa conceptual que tendrá una sección especial llamada Bifurcaciones, un ejercicio por demás interesante, se los aseguro.


Los invito a todos a sintonizarnos en su mágico Windows Media Player o reproductor musical de su preferencia. No lo olviden todos los Martes a las 22:00 hrs!

Siente las tex-tu-raz de la música!



Actualización: chequen el adelantito del primer programa en aquel blog!