Sálvenme de Batman
Conocí a Luis en una de esas tardes de lluvia, él se guarecía en la misma parada de autobús que yo. Conocer gente que contactas por Internet, te da ciertas habilidades para obtener información. Parados ahí, en ese pequeño espacio donde apenas se mojaban un poco nuestros pies, hubo bastante acercamiento, me gustó su forma segura de hablar y la confianza de sus movimientos. Intercambiamos tarjetas de presentación y dos semanas después me invitó un café. Un mes más tarde, nos vimos en una presentación literaria y al siguiente sábado, fuimos al cine.
Al salir, llovía otra vez y no hubo ninguna parada de autobús salvadora. Para cuando tomamos un taxi ya estabamos empapados; su argumento fue convincente, con la ropa así de mojada me resfriaría mucho antes de llegar a mi casa, la suya en cambio, quedaba muy cerca y podíamos pasar a secarnos un poco.
No voy a negarlo, sabía que efectivamente nos secaríamos un poco, si nos quitabamos la ropa, y eso significaba también que difícilmente nos la volveríamos a poner.
Llegamos y tan pronto me quité el abrigo, cada prenda le siguió en el improvisado tendedero del piso. Cuatro horas más tarde, el frío en mi espalda me despertó, por el balcón abierto entraba una corriente de aire helado que hacía ondear las cortinas. Curiosamente, estaba sola en la cama.
Me vestí y salí de la habitación, la casa era bastante grande, así que deambulé por ahí durante varios minutos sin encontrar a nadie. Fue entonces cuando un resplandor por debajo de una puerta llamó mi atención, avancé cautelosamente, y pegando la oreja en la puerta pude escuchar su voz...
Batman es un personaje ficticio de DC Comics que tuvo su primera aparición en el número 27 del comic book Detective Comics en la historia titulada El extraño caso del sindicato químico, de la editorial estadounidense National Publications, fechado en mayo de 1939. Batman fue creado por el artista Bob Kane y el escritor Bill Finger, aunque sólo se reconoce oficialmente la autoría a Kane. La identidad secreta de Batman es Bruce Wayne (Bruno Díaz en algunos países de habla hispana), un multimillonario industrial, playboy y filántropo. El presenciar el asesinato de sus padres, de niño, lo llevó a entrenarse a la cima de la perfección tanto física como mentalmente, para luchar contra el crimen (disfrazado de murciélago). A diferencia de muchos superhéroes, no posee superpoderes o habilidades metahumanas; él usa el intelecto, sus talentos detectivescos, la ciencia y tecnología, el entrenamiento físico, la intimidación y su riqueza, en su lucha contra el crimen...
Con esas últimas palabras, su voz se escuchaba más cerca de la puerta, así que retrocedí, supongo que vio mi sombra y entonces, la puerta se abrió de golpe, dentro vi un enorme panel de televisores que transmitían imágenes de un videojuego del mentado murciélago , luego, sorpresivamente, apareció él en el quicio de la puerta, fijó en mí su mirada enloquecida y avanzó mientras repetía freneticamente las palabras que ya le había escuchado decir.
Supe que de mis piernas dependería mi sobrevivencia, así que en una carrera desenfrenada en los pasillos de esa casa que apenas conocía y con su dueño pisandome los talones, derribé cuanto pude para taparle el paso, hasta que logré salir a la calle.
Supongo que no me siguió porque no quiso exponerse así, como estaba vestido.... con su pijama de batman.
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