miércoles, 29 de noviembre de 2006

Y en un principio hizo dios el ciclo....

Nada mejor para entender la locura de país de uno que leer ... una novela histórica. Sí ya sé que cierto bloguero exhibicionista va a poner el grito en el cielo, porque cierto autor ha dicho una que otra cosilla sobre su profesión pero, jajaja... ni modo!

Los libros de historia me parecen muy interesantes, algunos se pueden leer fácilmente y otros cuestan mucho. Pero el resultado final siempre es agradable y provechoso. Nadie puede decir que sabe algo si no conoce la historia de ese algo. A dios gracias, así se construyen las ciencias del espíritu ( humano, no el santo, (no el enmascarado de plata, la palomita). Para interpretar, en el nivel que quieran, hay que conocer el contexto. Eso hasta los de la (N)Academia lo saben, lo saben.

Por eso yo que ni en sueños escribiría una novela, menos escribiría una novela histórica. Así la realidad sea más prolífica en fantasía que la ficción. Así los recursos estilísticos del escritor estén al alcance del historiador y los recursos metodológicos del historiador, estén al alcance del escritor. Y que con esto no se entienda el reblandecimiento de la cuestión ética, del compromiso con la objetividad de uno y de otro.

Que el autor puede ser historiador y escritor al mismo tiempo, muy cierto, que se pueda escribir novela y documento histórico bajo los mismos rigores metodológicos, NO. En eso tiene toda la razón dicho autor cuando habla de "elegir".

El que la novela histórica tenga buena acogida por los estudiosos de la historia, por los aprendices de la historia, es muy enriquecedor; puede lograr que el lenguaje con el que la historia se ha escrito durante mucho tiempo se haga más creativo y atractivo. Pero el historiador o el aprendiz de historiador no ha de quedarse en la versión novelada. Debe ir más allá.

Pero yo que soy aprendiz de todo y oficial de nada ME QUEDO CON LA NOVELA HISTÓRICA.

Y qué tiene que ver todo esto con la navidad, pues que leyendo Noticias del Imperio de Fernando del Paso, he podido comprender mejor las obsesiones del Sr. López.

Reconocer que a pesar de todo lo que despotrico contra ciencia, método y demás artilugio, contra política, demagogia e hipocresía, contra la estupidez humana encarnada en cada una de las figuras políticas o de gobierno, puedo juntar de aquí y de allá, de lo profano, de lo sublime, de lo sucio, de lo común, de lo ininteligible, y llegar a comprender algo, un atisbo del sentido, sí, del sentido.

domingo, 26 de noviembre de 2006

amarte duele

Noooooooooooooooooooooooo
pumitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!

(léase con la tonada de toritooooooooooooo)

(¬¬ malditas huilas....(pero hay un dios!)

update:

en mi última clase de este semestre se mencionó algo sobre el odio, algo así como que sabes más de quien odias que de quien amas y que tarde o temprano terminas amando lo que odias o más bien que la relación pasa de un lado a otro.
Así que aclaro, no odio a las águilas, me dan pena ajena.

Birrias: pónganles en su madre...

miércoles, 22 de noviembre de 2006

pe pe pe pe pe pe!!!



y este blog ha llegado a las diez mil visitas !!!!
muchas gracias a todos los que lo leen y a quienes dejan escuchar sus ecos
creo que es un buen momento para detenerme un poco y hacer una evaluación de todo esto, y me gustaría que ustedes me ayudaran...

Qué les parece este blog
Qué le cambiarían
(jajaja, a mí no me pueden quitar ehh)
Qué le dejarían
Qué les gustaría ver o leer
Cómo vamos a celebrar

martes, 21 de noviembre de 2006

AL... fin...


Mis oídos estan siendo endulzados en este mismo momento por matemáticas, sí señoras y señores, matemáticas y no es algo nuevo, es en realidad cosa de cada vez que uno escucha música... aunque no nos damos cuenta

Aún no logro entender cada fórmula con su interpretación pero, me estoy haciendo a la idea…

También me está calando el frío hasta los huesos, pero no me duermo hasta oírlo por completo.

Yo sé que la mayoría de ustedes querrán escucharlo primero, verlo, saborearlo por eso no voy a decir mucho más acá, eso se lo escribiré al autor de esta incomparable experiencia.

Este disco es visual, auditivo y resonante en muchos, todos los sentidos, y lo mejor de todo, es que entre los nombres de muchos que amamos al rock, también está el mío.

Como bien lo dijo Prometeo hace rato, Alonso no nos dio un disco, nos dio una artesanía.

La página www.labalonso.com aún esta en construcción, pero se las paso para que estén pendientes...

(gracias al fran por mandarme la imágen en chinga, y visiten el blog de prometeo porque tiene videos de la conferencia de esta tarde en el CNA, bueno, quien sabe a qué hora los postié)

lunes, 20 de noviembre de 2006

Ulises y el reloj (cuento prestado)

Este cuento lo escribió mi sobrino de 10 años, bueno es su tarea de mañana pero le gustó la idea de que se los mostrara acá. (En realidad le ayudé muy poco, solo con cuestiones de redacción)


Una vez Ulises compró un reloj, parecía que no servía y esa noche oyó muchos ruidos. Como él era muy curioso se levantó a ver que pasaba y se llevo un bat de béisbol que tenía al lado de su cama, prendió la luz y en eso vio que era el reloj, Ulises le preguntó al reloj:
- ¿Quién eres tú?
- Me llamo Tito y soy un invento de un científico que estaba trabajando en un nuevo invento para ganarse un trofeo de ciencias. Pero como tardé mucho en funcionar se desesperó y me vendió. Y cuando usted me compró yo ya estaba vivo, por eso me iba a salir de su casa.
- ¿Así que tienes vida? Le dice Ulises sorprendido.
- Si, tengo vida y si quieres me voy.
- No, no te vayas –dijo Ulises- porque eres muy útil.
- Bueno, no me voy.
Pasaron meses y Tito seguía viviendo con Ulises pero llego un día en que rompió su promesa porque quería saber que había pasado con el científico. Pero el científico ya había inventado otro reloj. Poco después en las noticias el científico anunciaba que había inventado un reloj parlanchín que funcionaba perfectamente y Ulises supo quién había inventado a Tito, fue a buscarlo para darle la noticia y se dio cuenta que había desaparecido.

Tito llegó a la casa del científico, encontró al otro reloj y lo convenció que se fueran de ahí.

El científico y Ulises buscaron a sus relojes por cielo mar y tierra pero nunca los encontraron.
Meses después aparecieron los dos relojes rotos y oxidados porque los había sorprendido la lluvia en uno de sus viajes.
El científico quedó muy triste porque nunca comprobó que su invento funcionaba y nunca logró construir otro que funcionara bien.
Ulises quedó muy triste porque nunca volvió a platicar con su amigo Tito.

Escrito por Jonathan Cruz Sequera.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Cronopio 2.0

basado en un hecho real

Siendo hora del desayuno un cronopio se sienta y espera a que le de un poco de hambre, luego se da cuenta que necesita cambiar unas monedas por algo de comer así que corre en busca de una de esas cajas luminosas con múltiples botones. Divertido, dormido y hambriento, el cronopio aprieta los botones y canta tranquilamente: la la miau, la la miau... y sale corriendo en busca del liquido rosa y dulce...
Pero cronopio como es, ha olvidado ese pedazo de plástico indispensable para la vida, que afortunadamente no se come, y da vueltas en redondo para recordar donde lo ha dejado. Cuando se da cuenta de su hazaña toma el directorio y antes de reportar la pérdida llama a todos los cronopios que conoce para contarles otras noticias y ésta y reír juntos. Finalmente luego de marcar muchas veces al servicio telefónico y explorar todas las opciones del menú, le contesta un fama que le recrimina de grueso modo y le indica un fácilmente olvidable número. Costumbres de los famas, dice el cronopio y se encoge de hombros.

Luego, el cronopio va a una institución llena de famas, pide un nuevo plástico, plasma una hermosa, estilizada y diferente firma en cada papel, y se regocija pensado que podrá seguir comprando el líquido rosa y dulce...

En la salida una esperanza lo asalta y le propone llenar muchos formatos de crédito, uno morado, uno azul y otro más azul; la esperanza sabiendo que él jamás conseguirá el crédito, pues no sabe de los hoteles en las Islas Canarias ni le gustan les escargots inventa para el cronopio una mansión, un auto nuevo y una familia y se siente realizada. El cronopio que seguía cantando la la miau, la la miau... ve feliz a la esperanza y sólo le sugiere que en las observaciones anote que le gustan las almohadillas de canela.

martes, 7 de noviembre de 2006

Bip Bip

Lagartija: dediquemos esta rola a ese par de idiotas, qué te parece?


Hay viene gente
que no quiero ver
siempre es lo mismo
y no voy a aprender

A ver el mundo
desde otros pies
El vertigo mata
y a ti también

Hay vienen gente
que habla de mí
estupidez eterna
habrá que resistir

El aburrimiento
es lo que perdí y es así
Me muero de ganas de verte
sangrando aquí

Bip Bip
Bip Bip
Bip Bip

Un martillo roto
por un clavo soy
un hacha hecha pedazos
por un árbol soy



No importa lo que digas
solo importo yo
Tengo tantas cicatrices
que ya no hay dolor


Hay gente buena
que da igual
Hay gente mala
que es la que importa más

Tengo pocos amigos
pero son de verdad
ese es el punto
y no hay que olvidar
ese es el punto
que no hay que olvidar

Bip Bip
Bip Bip
Bip Bip

Hágalo usted mismo
Los Tres

señoras y señores, la rola inédita:

Y ahora que anuncias tu reino de ambición y miedos

Y ahora que tú me besas la boca y dejas un veneno

Y ahora que tú me dejas las manos sin ningún consuelo

Las alas de San Miguel protegen mis días

La espada de San Miguel se alza por mí

Y ahora que el mal oculta la luz y alumbra los senderos

Y ahora que tú me dejas las manos sin ningún consuelo

Las alas de San Miguel protegen mis días

La espada de San Miguel se alza por


La Barranca.


Ilustración de Guido Reni, fuente Wikipedia.

[mi alzheimer esta cada día más grave, hoy confundí La corte de los ilusos de Rosa Beltrán con Noticias del Imperio de Fernando del Paso.... figúrense!]

jueves, 2 de noviembre de 2006

Quién como Dios

Ya ven que uno no es clavado con las cosas, leyendo la última postal de JM, escuchando la canción inédita, me ha surgido un gran interés por lo que tiene que ver con San Miguel Arcángel, y por un comentario de Prometeo que anda igual, me enteré que Miguel significa "Quién como Dios" y en seguida recordé que yo tenía un libro en lista de espera con ese nombre... y que me lo echo... les dejo aquí un hermoso fragmento:


Lola volvía a oír los gimoteos de los zopilotes, ahora le parecían vagidos de niño, seguía teniendo la misma sensación de temor que tuvo en el inicio del sueño. En el centro de aquella cocina había un brasero encendido, entre el humo percibió a una india echando tortillas. Inesperadamente las trenzas negras de la india palidecían, se destrenzaban y se transformaban en una hermosa cabellera de tirabuzones rubios. Sus brazos se convertían en alas que agitaba como para levantar el vuelo. Al aletear, el humo se arremolinaba haciendo la atmósfera irrespirable, tanto que Lola se despertó tosiendo. ¡El niño!, pensó. Aterrada abrió los ojos, aunque hubiera preferido no abrirlos; al hacerlo vio salir una viscosidad oscura por debajo de la puerta que la separaba de su hijo. Simultáneamente Francisco se despertó. Igual que a ella, lo sacudía un fuerte acceso de tos.

Paralizada por el pánico, Lola vio saltar a Francisco de la cama y correr hacia el cuarto del niño. Al mismo tiempo oyó los golpes que los criados daban en la puerta desde afuera. Los alertaban. La casa se estaba incendiando.

Cubriéndose la boca y la nariz con un brazo, Francisco logró atravesar la barrera de humo, arrancar al niño de la cuna y salir corriendo sobre las llamas que se filtraban a lengüetazos entre las duelas del piso. Las maderas crepitaban. El fuego prendió las cortinas y lamiendo las paredes ascendió hacia el cielo raso. En un decir Jesús aquello fue un infierno.

El niño no lloraba cuando Francisco lo dejó en brazos de su madre, Lola lo envolvió rápidamente con lo que encontró al paso. La bajaron sostenida en silla de manos dos de sus más fieles criados. En el justo y preciso momento de poner los pies en el patio, la escalera, de madera, se balanceó como si fuera un columpio, se detuvo un instante como para agarrar aire y segundos después la vieron desplomarse estrepitosamente.

Entre el polvo y la chamusquina, Lola alcanzó a ver sentados en la banca del zaguán a su hijo Pancho y a su hijastra sanos y salvos. Francisco, ayudado por algunos de sus criados, permació en el piso de arriba luchando por sofocar las llamas y aventando por los balcones todo lo posible de salvarse.

Al pasar junto a la pila, los criados se detuvieron. Sabiendo a su patrona libre de peligro, la dejaron sentada a la orilla. Lola destapó entonces a su hijo, le limpió el tizne de la cara y comprendió que le quedaba poco tiempo. Puso a Dios como testigo. Sumergió los dedos en el agua y espantó a la salamandra. Hizo la señal de la cruz y, antes de que la criatura exhalara su pequeño y último suspiro, lo bautizó con el nombre de su hermano, de su padre y del guardián de la familia.

Repicaron las campanas de todas las iglesias pidiendo auxilio. La Plaza de la Salud se llenó de curiosos, unos con el ánimo de ayudar, otros con el de aprovecharse. Poco antes de que se desplomaran los techos, aquellos que se habían quedado arriba, viéndose impotentes frente a la catástrofe, improvisaron escalas y se descolgaron desde el traspatio hacia las caballerizas.

En una tremenda confusión nadie se acordó de rescatar al Señor San Miguel Arcángel.

Dos días después, cuando entraron los peones a remover los escombros, presenciaron un hecho inexplicable, o más bien dicho, fueron los elegidos de Dios para atestiguar un milagro. El Señor San Miguel Arcángel, Príncipe de las Milicias Celestiales, apareció, misteriosamente, parado sobre una cornisa de la casa de junto. Como única muestra de daño, levemente chamuscados sus tirabuzones rubios.

La noticia del milagro recorrió las calles, entró en las casas y se sentó a las mesas. La imagen se expuso en altar público y se le celebraron tedeums y novenarios.

Sin embargo, el señor cura de la Parroquia de San Miguel Arcángel, confesor de la familia, ordenó, bueno, opinó, que al niño Miguel no se le rezaran responsos. Desconfiando de que el bautizo no hubiera cumplido con los debidos requisitos, decidió por su cuenta que la criatura se había ido al limbo. Les hablo de Dios a los doloridos padres y de aceptar sus designios, tanto que los creyó convencidos cuando Lola aparentemente resignada le dijo: Quién como Dios, monseñor. Y quién como San Miguel Arcángel, eso dicen que dijeron que le dijo; lo que muchos no supieron y entre los que lo supieron no se dijo, fue que Lola, haciendo caso omiso de las palabras del cura, dio por bautizado al niño y antes de depositarlo en la cripta colocó dentro de su caja un pequeño frasco, dentro del frasco un rollito de papel con su nombre escrito para que Dios no se olvidara de él el día de la resurrección de los muertos. (p. 45-47)

Eladia González (2000), Quién como Dios, Planeta, México, pp.431