jueves, 28 de octubre de 2010

La sensibilidad no está de moda

Mi superpoder de la empatía es también mi criptonita. Puse hace poco en el twitter. Es cosa de todo el tiempo. Sin querer, muchas veces. Para muchos es cuestión innecesaria y hasta indeseable. El dolor de los demás, vaya patraña.
Pero no hay tu tía. Como si fuera un espejo sin otra opción más que reflejar, e incluso, absorber.

Hace dos domingos, andaba en un estado de ánimo muy decaído. Salí de casa, iba caminando por la banqueta y vi a una mujer sentada pegada a la pared, hablando sola y mirando fijamente hacia el frente.

Normalmente camino rápido y no me detengo, así que pasé frente a ella cuando una sensación intensa me sacó el aire e inmediatamente brotaron un par de lágrimas. Volteé a ver a la mujer que seguía con la mirada fija hacia el frente, busqué que veía: una cruz, de las que ponen en las calles dónde la gente queda muerta. No sé en qué me atravesé, si algo rompí, si algo me quedé.

No es fácil de entender.

Apenas pude respirar, y dejar de llorar unas tres calles despúes.

3 comentarios:

Kuruni dijo...

me ha pasado... es una sensación muy potente y percibes luego luego que es algo intenso y que no te pertenece.

Te mando un abrazo.

Lu García dijo...

Es reconfortante saber eso. Abrazo para usted.

Minerva o Atenea dijo...

Yo creía que era la única, por cierto yo también ando de un mood extremadamente sensible. Abrazó! Y Ares te manda un beso de gato bebé