domingo, 26 de octubre de 2008

Entrego mi carne a tus navajas

Diez meses habían pasado desde la última vez que la aguja dejó en mi piel una marca indeleble. Sí, dije que no lo volvía a hacer, no un tatuaje tan grande.



¿Es una adicción? Creo que no. Hay que repensar bien esa idea. Más bien es un gusto personal. Como jugar dominó o enchinarte las pestañas, si lo dejas de hacer no pasa nada.



Lo que sí, es que hay que estar muy seguro de qué es lo que se quiere tener en la piel para siempre y si esto no va a traer problemas en el futuro, más que nada de tipo laboral (depende mucho a qué te dediques), pues desgraciadamente, sigue habiendo discriminación o restricciones que pueden tener un poco de sentido, sólo un poco.



Yo esperaba este día ansiosamente, es una experiencia que me gusta vivir a todo color y recordar con todo detalle.

Creo que he identificado algunas fases en estas dos ocasiones:



La indecisión: no saber si lo harás o no, y cuándo, y qué cosa te vas a tatuar. Esta puede durar cualquier lapso posible. Desde diez meses, como ésta ultima vez o diez años como la anterior. Tambien hay algo muy importante que hay que saber: dónde y quién te va a tatuar. Yo obviamente recurrí de nuevo a Pedro Álvarez.



La certeza: es un momento clave, cuando ya sabes que lo harás, de ahí, es cuestión de mínimo tiempo que decidas cuándo y qué diseño te harás.



La incertidumbre: ésta empieza desde que estás decidido, y continúa hasta que el tatuaje está terminado.

Dentro de ésta vives ese cosquilleo de días esperando hasta cuando se intensifica al estar esperando a que tu tatuador termine el stencil y te llame. Te acomodas en su lugar de trabajo, generalmente ellos buscan que estés en una posición totalmente cómoda, te espera un buen rato de incomodidad.

Lo que sigue es que se prepare. Se pone los guantes, alista las tintas, te muestra las agujas para que veas que son nuevas, el ungüento, las toallas de papel, el líquido con el que limpia tu piel, el motor que hace ese ruido infernal, ajusta la lámpara.



Lo siguiente es marcar tu piel con el stencil, para que estés seguro de que está en el lugar que lo has pedido. En este caso, para decidir, esperé a que Pedro terminara el diseño, para saber cuál sería su tamaño definitivo, le dije que me gustaría que estuviera en la base del cuello o en la base de la columna, aunque en el cuello tendría que verlo por que ya estaba ahí Leviatán. Observó mi cuello y me dijo que había espacio, pero que se vería muy amontonado y era preferible la cadera. El pequeño detalle es que ahí me iba a doler un poquito más.



Así, trazo unas líneas rojas para lograr centrar bien el diseño, y lo pasó a mi piel. Me puse cómoda y le advertí que en cuanto me tocara iba a brincar. Cosa que sucedió varias veces, ni modo es reflejo.

La incertidumbre en este caso es saber qué hay una enorme potencialidad para que quede chingón. Es así, porque sin lugar a dudas Pedro es el mejor tatuador que pude haber encontrado. Está garantizado que será bueno, y es posible, como sucedió, que terminara siendo mejor de lo que imaginé.





Como mi mejor amigo me acompañó esta vez, pude tener apoyo moral, además de que me traía chisme del tatuaje que estaban haciendo en otra parte del estudio, a mis espaldas, una increíble Coatlicue. Además tomaba fotos con su móvil del avance del tatuaje, pues,aunque lleve a Miles, mi cámara, olvidé recargar la batería desde el concierto de LB y no quiso encenderse.





Era una situación curiosa, estar en esa posición, trepada en una silla, con la ropa a media asta (ahí donde la espalda pierde su casto nombre), mientras hacían el tatuaje. Me sentía muy expuesta y vulnerable. Además, tatuador o no, tenía un hombre tocando mi trasero. Pero Pedro es todo un profesional, jajaja.



La contemplación: Esta empezó desde que Re me enseñaba el avance del tatuaje en su móvil, realmente es un aliciente para aguantar el estar viendo qué es lo que está vistiendo tu piel, y lo hará de ahora en adelante.

Fue duro, más difícil que con Leviatán. Las líneas largas, se sienten como navajas, sin embargo, el rellenado me sigue pareciendo la parte más difícil. Sobre todo en las zonas que quedan totalmente ennegrecidas, y si coinciden con el hueso, es toda una experiencia. Como la otra vez, trate de estar relajada y cuidar mi respiración. Hubo un momento en que mi respiración se adecuó al ritmo de trabajo, respiraba profundamente cuando Pedro “recargaba” la tinta de las agujas. Hubo también dos tipos diferentes de agujas, cosa que no recuerdo si sucedió con Leviatán. Una, la más delgada, sirvió para los detalles más minuciosos, la otra, bautizada en ese momento como “mi amiga la dolorosa” hizo gran parte trazado y rellenado. Esta fase en realidad no termina, aún ahora, acudo recurrentemente al espejo para admirar el signo que viste mi piel.





Tres horas después, El ojo cósmico del mítico gato negro estaba listo. La idea general es mía, pero la gloria de todo esto completamente de Pedro Álvarez. Si alguna vez se quieren hacer un tatuaje vayan a Evolution.









10 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad es que quedó increiblemente hecho ese tatuaje, se ve que ese cuate tiene mucha experiencia con sombreado y texturas... felicidades por tu nuevo "lunar a la medida" nena

Anónimo dijo...

está chingón! Muchas Felicidades, Gato!

Anónimo dijo...

Lo veo y en lo primero que pienso es dolor, muuuucho dolor, pero está poca madre el nuevo retoño. Miau, está bonito, si que sí.

Anónimo dijo...

¡está de huevos!

Anónimo dijo...

Muy chingón... pero aún no me atrevo a hacerme uno [si, soy marica y que snif]

PS. algun significado?? Thnks

Anónimo dijo...

dolor en las lineas, adormecimiento en el relleno jajajajaja¡¡ nena, con un tatuador así te juro que dejo que pierdan las castidad hasta mis orejas jajajajajajaja¡¡

esta poca madre muchas felicidades.
besos

Anónimo dijo...

Lo malo nomas fué el harto dolor, o también que te hayan estado tocando el traserin?
Naaaaaaaaa, no creo vdd?

Está de lujo nena! Saludos

Anónimo dijo...

Semi,
sip, Pedro es MUY bueno en su chamba. Me encantó eso de "lunar a la medida" kiss kiss

Berenize
gracias, gracias nena!

Minervaoatenea
duele pero vale la pena, cada minuto. Grax!

Tiempo Azul
ey, gracias por la visita!

Brenner
Pss sí salió el varo! ja, y pues neta, no es para todos, usté no se achicopale, no es el único que le saca.

Significado, si, movimiento, es justo lo que yo estaba necesitando en este momento, saber que podía moverme.

Nahuii
adormecimiento? ardorrrrrrrrrr, del más puro y claro, jajaja y la neta sí, ejem, sí, Pedro es excelente tatuador, cof cof.

Mi otro yo

shhhht jajaja no hablemos más de mi trasero!!!!
todavía me duele la rabadilla, ja!

Anónimo dijo...

Está chingón querida... Un abrazo cariñoso.

Anónimo dijo...

tsssss...pues no se hable más, mi primer tatuaje será con su tatuador..aunque el hecho de que duela tanto en esta parte -que es precisamente la que yo me quiero tatuar- me hace dudarlo un poco..jejeje

luego te hago más preguntas por msn

esta retewonito :D