sábado, 19 de mayo de 2007

Café



Basado en una nata de moho real

El lunes hizo mucho calor, no se me antojó tomar café, pero la mañana del martes estuvo un poco fría y se me antojó un cafecito. Tomé mi taza de gato azul y caminé hasta la cafetera, cuando levanté la tapa de mi taza ví una desagradable nata de moho nadando en los restos de café putrefacto que seguramente estaba ahí desde el viernes. Me dio asco, pero miré fascinada por unos segundos la formación mohosa del fondo de mi taza, hasta que me llegó a la nariz el olor del café pasado, un olor muy parecido al que el café tiene normalmente, solo un poco más mmm... no sé... algo desagradable. Pensé por un momento que esa nata era producto del café pero también un poco de los rastros de saliva, mi saliva, que quedan en la taza. Aguantándome las ganas de vomitar, fui hasta el fregadero, tiré los restos incluyendo la nata y dejé la tasa remojándose con un poco de jabón. Ya por la tarde, regresé a lavar la taza nuevamente, y como siempre, me enfadé al ver que algunos en la oficina dejan todo mojado cuando lavan sus tazas, había sobre la alfombra un rastro de agua. Decidida a increpar al descuidado seguí el rastro de agua y cuál fue mi sorpresa de que éste llegaba exactamente a mi oficina, pasaba pegadito al marco de la puerta, rodeaba el escritorio y el librero y llegaba hasta el perchero donde está mi bolsa y mi chaqueta. Llamé a la señora de la limpieza para que secara un poco la alfombra mientras yo salía a comer. Cuando regresé me dijo que había encontrado la alfombra seca, pero que había unas manchas oscuras como de café y que ya las había limpiado. Volví a colgar la bolsa y seguí trabajando normalmente.

Por la tarde fui a tomar café con unas amigas, estuvimos un buen rato, pedimos pastelitos y platicamos de todo un poco, cuando nos llevaron la cuenta, un olor a café un poco desagradable salió de mi bolsa, muy extraño, no se parecía en nada al delicioso aroma del café que acabábamos de tomar, el aroma se extendió en todo el lugar, y de pronto empezó el alboroto, las personas de las otras mesas llamaban a los meseros, su café de pronto sabía mal, hubo quienes al tomar un sorbo, lo escupieron sobre sus acompañantes… Nosotras pagamos y salimos de ahí antes que la cosa se pusiera más fea…

Me dirigí a casa y al sacar las llaves, el desagradable aroma regreso, mi bolsa de terciopelo negro de algún modo se había ensuciado con el resto de café en la oficina, pero no sé cómo.

Le di vuelta a todas las cosas sobre la cama, llaves, maquillaje, cartera, cepillo del cabello, celular, todo quedó ahí, el aroma persistía, arrojé la bolsa de terciopelo al cesto de ropa sucia. Limpié cada cosa y la metí en una bolsa de piel. Prendí la laptop y trabajé un rato, el aroma me quitó las ganas de tomarme un café. Antes de irme a dormir tomé un baño.

Hasta allá me siguió el aroma extraño a café que sentí desde la oficina, tal vez un poco intensificado por el vapor del baño. Ese día dormí mal, sueños extraños de los que despertaba con una sensación de opresión, no recordaba nada del sueño, nada. En la mañana, cuando fui a la cocina a prepararme un café me llevé otra desagradable sorpresa, el café que tenía en el refrigerador olía mal, no me quedó más remedio que tirarlo.

Toda la semana el departamento olió así, supongo que por la mancha en mi bolsa, pero no podía ir a la lavandería hasta el sábado. Toda la semana tuve sueños extraños, tipo película de los cuarentas de monstruo que persigue a chica, algunas veces más nítidos que otras, pura sensación desagradable. Cuando llegó el sábado, pude por fin lavar mi bolsa. Al regresar, en la escalera, me encontré a la señora que asea los departamentos. Me comentó que le había costado mucho trabajo limpiar las manchas de café en el piso, le pregunté que cuáles manchas y me dijo que había encontrado el departamento todo lleno de manchas de café, como si yo me hubiera paseado con un vaso roto por todo el lugar, me dijo también que ya no comprara de ese café, que olía muy mal y que además daban los vasos rotos.

De eso ya tiene tres meses, el desagradable olor a café no se ha ido, yo sigo durmiendo mal, la señora se hartó y ya no me limpia el departamento, hay manchas de café por todas partes.


14 comentarios:

Anónimo dijo...

Durante un segundo, un interminable segundo, lograste hacerme odiar el café. Antes de que me acordara de mi adicción a la cafeína, y se me antojara un espresso (a ver que tal el aroma..)

Anónimo dijo...

Cada vez que me sirva una taza de café me imaginaré ese aroma... Pero qué importa, no tomar café un día es peor que no dormir.

Anónimo dijo...

Parece un capitulo de la Dimension Desconocida...o al parecer inconscientemente no te gusto mucho que digamos el cafe...oye,es que la segunda pregunta de la interview queria decir algo asi como que "Dado el bagaje musical de tu marido pensaria que el sonido de Psapp se iria por territorios mas ruidosos"...pero creo que falle en la traduccion

saludos y gracias por el comment.

Anónimo dijo...

Quija board

Pues sí, yo también terminé tomando café en la taza de gato azul días despues, ja!

Eliza
Ya fui a ver el meme y otras cosillas, gracias por visitar; lo mejor es tomar café y dormir perfectamente!!

Polar Bear

No es que inconscientemente no me haya gustado el café, nomás imaginate lo que es ver como se va la nata en el fregadero y temer que no se vaya al drenaje! Y gracias por la aclaración de la pregunta.

Anónimo dijo...

me pareció un cuento de suspenso con poquito terror!

me quedé con la duda de las manchas... de donde salen las manchas???

gatoo, tengo miedo a las manchas de cafe.. sniff!

Anónimo dijo...

menos mal que todo fue ficción y fantasía, un cuento de locura muy al estilo Quiroga.

saludos

Anónimo dijo...

De pronto ya no supe si era realidad o ficción jajaja.

Ahhh el café...

Saluditos tijuaneros.

PS: Vas a Gdl a ver Odio Fonky?

Anónimo dijo...

Miss noise, yo también tengo miedo de las manchas de café... creeme...

Real-X
Pues un gato me dijo que le había parecido muy al estilo de García Ponce, quién sabe... Saludos al otro lado del charco!

Alacrán
De por sí uno nunca sabe cuando es realidad o ficción... En GDL!!!????
ahh no tenía idea!! no lo sé, yo espero!!!

Anónimo dijo...

No veo en ninguna parte que digas que es ficción pero la lógica de tu narración no encaja con el concepto que tengo de lógica de la realidad...
???
Feliz inicio de semana.
Saludos.

Anónimo dijo...

jajajajaja, es un cuento, está etiquetado como cuento....

gracias por la visita tina!

Anónimo dijo...

Sip, Gdl el 15 de junio :-)!

Anónimo dijo...

¿Es un cuento? pensé que era real. No tomo café, pero me gustó mucho. Parece una película de terror, como Los Pajaros, La Niebla, o la de -ayyyy no me acuerdo- ¿cómo se llama la de Kubrick donde sale Jack Nicholson? Que mala memoria. Ah, la del Resplandor. Digo, por las amenazas invisibles, y los ambientes claustrofóbicos. Saludos.

Anónimo dijo...

Supongo que sabes o al menos te imaginas de mi adicción absoluta al café... Principalmente porque no hay mejor acompañante para CUALQUIER momento: bueno, malo, peor o catastrófico sobre todo por su capacidad de cambiar su olor y sabor al estado de ánimo que uno tenga... lograste atraparme y hasta me angustié. Debe ser el exceso de cafeína. Besos muchos.

Anónimo dijo...

Alacrán

ufff, se me hace difícil, maldito dinero!!!

Ham
pues sí, es un cuentito, y gracias por compararlo con tan grandes obras!

Gabba

Nooo adicta al cafeee, jajaja, no se nota! jajaja gracias por leer y por angustiarte!