viernes, 7 de octubre de 2005

silogismo chafa

Si definimos como conciencia a la voz que habita nuestra cabeza, puedo concluir que tengo al menos tres conciencias identificadas:
  • la que es seria y recatada, es muy tímida, casi no me habla.
  • la del sexto sentido, que me avisa cuando hay peligro (es un poco paranoica)
  • la perversa y malvada, que me susurra al oído que te busque...

miércoles, 5 de octubre de 2005

Osito ausente

No quiero verte
No quiero tus besos
No quiero que me abraces ni que me toques
No me gusta abrazarte y besarte mientras los demás no miran
No me gusta que me digas al oído lo que quieres hacerme
Ya no recuerdo nuestros momentos juntos
Puedo borrarte de mi mente como si borrara tus mails de mi correo
No quiero saber nada más de ti
No te extraño
No me importa que te hagas el occiso
No quiero entenderte
Nada de lo que he escrito es cierto.

martes, 4 de octubre de 2005

Y nosotros que pensamos en una felicidad
ascendente, experimentaríamos la emoción que
casi nos confunde
cuando algo feliz se desmorona.


Rilke
Proyectas piel, me dice mi teacher porno...

Y me pierdo con la mirada fija en el infinito, pensando... cuánto se complicaran la vida los hombres para decir cosas bonitas que no suenen a cartón, que no suenen ofensivas, que transmitan sus intenciones sin que una se asuste o se de cuenta.... y en las pocas veces que lo logran...

ARRANCACORAZONES!


Evitar, … resistir,
Tu hechizo de suave adicción.
Como si fuera fácil
Dominar mi sentir .

Y saber que te vas
Y saber que la abstinencia me puede …
Todo se vuelve oscuro
Y solo puedo decir más,
Dame un poco más,
Quiero intoxicarme en vos,
Arrancacorazones

Hoy, antes del final
Quiero intoxicarme en vos,
Arrancacorazones,
Dame tu droga

Y pensar,
Que una vez me dijiste:
Terminemos todo,
Mi vida es un desastre
Y no te quiero en él.

Pero al fin,
Te seguí por un laberinto
De espejos rotos
Y aparecí en un barrio,
Del que no puedo salir


A77AQUE

sábado, 1 de octubre de 2005

La era mítica de Lilihput.

Todo empezó con los nocturnos a la muerte que se deslizaron sin que nadie se diera cuenta.

Un día, un viento suave con aroma de Hugo Boss, llevó hasta el recinto de las deidades un hechizo de amor creado por una de las deidades otras, deidades felinas que son veneradas por las deidades que habitan Lilihput. El Hechizo R07, sueño de rubíes deliciosos y de profunda entrega, ideado para desafiar a todas las malignas e impredecibles representaciones.

Las deidades se deslizaron en un huracán atemporal de pasión y grandes esperanzas. Grandes y bobas esperanzas. No supieron más de sí mismas, fueron arrancadas de su realidad para habitar otra con un nombre ajeno.

A pesar de que conocían bien a aquella deidad otra: El hechicero del Mandala, se dejaron seducir por el portador/objeto del deseojamásexistidosiempreanhelado.

Fueron felices; todas las deidades fueron asquerosamente felices y bailaron los bailes del hechicero una y otra vez: tregua, catala y espera; catala, espera y tregua; espera, tregua y catala: sensaciones ardientes. Y poco a poco, perdieron todo su resplandor y poder. Se convirtieron en seres normales que recitaban palabras huecas y sin sentido. Su inteligencia y sensibilidad anteriores quedaron complacientemente embotadas.

Pero el hechizo terminó y las arrojó al abismo sobre el que inconscientes bailaban. Finalmente derrotadas, el dolor se apoderó de ellas, y fue el dolor mismo quien las elevó lentamente hacia una luz deslumbrante, luz de la sapiencia. En medio de una cruel metamorfosis en la que sin cesar arrojaban papel y tinta sangre volvieron a ser deidades, pero no aquellas de colores vivos y esencias de mar, se convirtieron en horribles deidades oscuras sin misericordia.

El Hechicero se conmovió entonces, y con sus manos invisibles desde miles de centurias atrás, tomó la sustancia primigenia hecha de moronas de su pensamiento y usando su atrayente fuerza, las sumergió en ella.

Las deidades de Lilihput salieron impávidas, con su fortaleza milenaria pero oscuramente bellas. Para su sorpresa, ahora se hacían transparentes a voluntad. El hechicero sonrió para sus adentros al ver a sus pequeñas hacerse carne y hacerse nada en un segundo. Les construyó una habitación transparente. Y pensó que era bueno.

con los ojos cerrados miro lo que no quiero

Todas las voces sepultadas
Todas las voces sepultadas en el enorme panteón del aire que rodea la tierra
revivirán de pronto para decir que el hombre sólo es eso,
un sonido extinguiéndose, una risa, un lamento,
penetrando en su muerte como en su crecimiento.
Esqueleto de una sombra,
estructura de un vuelo,
rastro de una piedra en el agua,
deseo, sólo deseo, sueño, sólo sueño.
Con los ojos cerrados miro lo que quiero
y lo que quiero no existe.

Jaime Sabines