miércoles, 18 de febrero de 2009

Los hombres y los gatos

A veces encuentras la calle dentro de la noche o viceversa, la luna, el viento y el ruido de tus pisadas. Fue algo así lo que encontré, pero también una vieja edición de "Una odisea espacial 2001", entonces me detuve a preguntar, y el hombre, un tipo viejo y encorbado que no se ha bañado en semanas, me dijo ¿cuánto me das? Cincuenta -le dije. Me das más de lo que es, dijo y fue a cambiar mi billete con la muchacha de las flores, cuando regresó yo estaba viendo una edición de "El Gato" de Juan García Ponce. Te voy a regalar ese -me dijo. Tengo ese libro, pero desde hace tiempo buscaba otro ejemplar para regalarlo. Muchas gracias -le dije. ¿Sabes alemán o francés? -preguntó. Un poco de francés -conteste. Me enseñó entonces un libro que para mí era intrascendente, mientras lo observaba, se lanzó a contarme esto (casi textual):

Esos animalitos [los gatos] son como las personas del sexo masculino, hay que cuidarlos mucho, si se enojan contigo, pueden lastimarte. Tardas en ganarte su confianza pero una vez que la tienes, hasta te muestran afecto. Acostumbran entrerrar sus detritus porque son muy malos para los demás, por eso hay que tenerles siempre su propio espacio



A veces, un perfecto extraño te puede regalar más que cosas materiales, a veces, justo lo que estás necesitando.

3 comentarios:

Gerson Obrajero dijo...

Demasiados gatos, demasiados por todos lados! =)

B West dijo...

Es lo que digo yo!!-lo de los gatos por todos lados-

Nahuii dijo...

A veces las respuestas llegan hasta con pilon