martes, 14 de agosto de 2007

Media crónica

Ok, me quedé jetona en la cama del gato, tal como lo dice la leyenda uno se duerme en cuanto la toca, así que llegamos algo tarde al Pasagüero, pero a tiempo de saludar a la banda reunida.

En primera es un lugar nice, y estamos de acuerdo que no soy un gato nice. Así que me sentía rarita pero muy cómoda con mis jeans, mi playera de Depeche y unos tenis pasados por agua de río, es decir, mugrosos. Así que envolviéndome en una burbujita y con la vista fija en los niños de las playeras verdes, me dejé llevar.

Si tomamos en cuenta que además estaba refunfuñando porque no pude llevar a cabo mi plan ñaca ñaca, pues mi onda no era de lo más alivianada. Sin embargo, hay algo que siempre me saca de cualquier azote, y eso es la sonrisa de Al-guien.

No sé por qué, (tal vez porque salí corriendo) otra vez me quedé sin set list, así que confiaré en mi memoria para relatar las rolas que se tocaron y el orden (sí, ya valió).

Inició en solitario, con Petit Noir, mientras los demás entraban en el mood, luego La luz usa zapatos blancos (canicas, rana y patito de hule incluidos), Talando insomnio y por supuesto, los Fractales de Alex, de ahí en fuera no recuerdo muy bien el orden, sólo que tocaron Cuarto de Azotea con un par de melódicas, pues según Al, fue la única forma en que se le ocurrió que se podía conformar una rola tan compleja para ser tocada en vivo. Yo quedé muy satisfecha, pero de alguna manera seguía flotando en mi memoria la densidad que tiene la rola en el disco. También tocaron Zizou, pero sin el delicioso Jaime, y fue un momento espectacular pues entre Gerry, Alex y Chema dieron voz a la rola, haciendo gala de talento expresivo, jajaja. Uno se queda ahí mirando, cómo ellos sacan todos sus demonios, y tocan como unos posesos, me sigue asombrando la capacidad poética de Otaola para hacer tangibles, escuchables sus fractales, que te dejan con el oído y el alma en un hilo y con la piel erizada... y también debo destacar, que en uno de ellos Chema nos llevó al éxtasis cuando volcó su alma sobre los platillos… una experiencia lúdica a más no poder.

Como todos sabemos, nada es para siempre, pero gracias a Dios , tenemos el encore, en el que tocaron una rola más de Otaola, cuyo disco se presenta este sábado 18 de agosto en el Tianguis cultural del Chopo, y también La barba del loco, acompañados del sax de Los Dorados.

Desgraciadamente esta reseña termina aquí, pues un dolor de cabeza y la existencia de un compromiso muy temprano al otro día, me impidieron quedarme a escuchar a Los Dorados.

Y salí a la noche, mirando mi sombra gatuna reflejada en las paredes de las calles solitarias, con mi mente dominada por una voz que me hacía falta escuchar:

-Anoche se me ocurrió algo, pero, pero no sé… no sé….

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No lo olviden

y si sienten que ya posteo muy poco, tal vez deberían echarle un ojo a mi viaje interior...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

oye y no sabes si estará Alonso en el Chopo también??

Anónimo dijo...

a i no le da envidia... de verdad, no le da...

i quiere, cuando sea grande, poder escribir reseñas tan chingonas como las tuyas

i te abraza

Anónimo dijo...

Carlo
Pues yo creo que sí. Yo espero llegar a tiempo...

i

garritas cruzadas de cualquier forma, jejeje, yo quisiera cuando sea grande, escribir poemas como i.... (sólo que yo tendría que crecer muuuucho para ello)