lunes, 28 de noviembre de 2005

Fueron tus ojos...

A José Manuel Aguilera
Apareciste ahí, frente a mí, entre la gente. Aparecieron ellas dentro de mí y se instalaron indefinidamente. Tiene tanto tiempo que eso sucedió, pero no fue la única vez, sucedía imprevisiblemente. Cada mirada tuya las multiplicaba, al igual que algunas palabras y caricias. Menos mal que eran pequeñas y que también dormían.

Nunca pensé que serían un problema. No pasaban de ser una invención popular, una forma poética de explicar lo inexplicable. En realidad me sentía feliz de que existieran, eran una clara muestra de lo que siento por ti. Además, cómo se puede pensar que las palabras con las que se designa un fenómeno puede llevarlo a materializarse. Las palabras, te das cuenta? Siempre las palabras. Sin embargo, aquella parte pseudo-analítica de mi mente nunca dudó que fueran más que una reacción anímica.

A veces, cuando las despertabas podía escucharlas, yo creo que hasta tú podías, cuando te quedabas dormido sobre mi pecho o cuando recargabas tu cabeza en mis piernas. Al principio era apenas un susurro, pero después se hicieron muchas y también su ruido aumentó. Llegó a ser tan fuerte que algunas veces volteabas a verme, yo estaba segura que lo habías escuchado, cómo no, si podías escuchar el celular cuando vibraba, era un ruido muy parecido, pero siempre lo negabas.

De ninguna manera esto es tu culpa, el simple hecho de que provocaras su existencia no te hace responsable. Yo tampoco podía controlarlas, tan solo sentirlas, escucharlas. Todavía creo que son inofensivas, pero ya no podían vivir ahí adentro, no había suficiente espacio, no les quedo más que buscar una forma de salir.

Empezaron a avanzar buscando una salida, sólo lo hacían por la noche, cuando yo lograba dormir. No era un proceso doloroso, simplemente a la mañana siguiente me sentía vacía, cada día más vacía. Eso no tiene nada que ver con lo que uno y otro siente, yo sigo sintiendo lo mismo que el primer día y sigo percibiendo de igual forma lo que tu sientes en cada detalle, en cada canción que escribes.

Para la psicóloga, el hecho de que yo pudiera realizar todas mis funciones fisiológicas normalmente era prueba suficiente de que estaba alucinando. Por supuesto ella no usaba esas palabras, es demasiado “polítik” para decir las cosas como son. Su frasecita boba de “Lo comprendes, todo está bien” despertaba mis instintos asesinos. Pero ellas no eran culpables de eso. Tampoco eran culpables de que la pobre tipa no pudiera explicarlas, embotada como estaba por el mundo lleno de p(utr)erfección que la rodeaba. A veces me daban ganas de invitarla a una de esas noches locas de viernesabadohastamorir, embriagarla hasta que me confesara que te había imaginado desnudo aquella tarde que pasaste por mí, cuando sus diminutos y perfectamente maquillados ojos se comieron el verde de los tuyos y se resbalaron por tu cabello suelto hasta llegar, por supuesto, a los 3 botones de la camisa que nunca te abrochas. Le diría lo buen amante que eres, y seguramente después la perdonaría por no entender nada de nada, y hasta podríamos ser amigas a pesar de todo. Estoy segura que un poco de alcohol y de poesía le permitirían ver claramente lo que me pasa.

Pero la psicóloga no es la única, también están las estúpidas enfermeras del hospital, que alegaban si yo era bulímica, alcohólica o si ingerí alguna sustancia corrosiva mientras estaba drogada. Pero qué quieres, sólo por traer puesto el overol roto y deslavado al estilo grunge de los noventa, y usar el pelo pintado de dos colores ya piensan que soy no sé que tanta cosa. Si hubiera traído puesto uno de esos lindos trajes que uso cuando vamos a visitar a tu abuela o cuando voy a hacer algún trámite al banco, te apuesto que pensarían que había contraído una extraña enfermedad mientras ayudaba a los niños huérfanos del Congo.

Pero no, no acababa de bajar de un avión proveniente del Congo, estaba terminando de estampar ese grabado del corazón que dibujé anoche, y tenía las manos llenas de pintura cuando el vacío alcanzo mis labios, estaba pensando en cuando te mostré el dibujo y volviste a hacerlo: alzaste la ceja derecha mientras me decías que se parecía al del santo que mi abuela tenía en la sala. Pero yo sabía perfectamente que te había gustado, era el gesto exacto que haces cuando algo te gusta o te sorprende, alzaste la ceja derecha como la primer vez que nos vimos frente a frente, como la vez en que te pedí que saliéramos juntos, como la primera vez que me viste desnuda... y todas esas sensaciones se agolparon en mi interior creando una oleada tremenda, una multiplicación masiva, y fue entonces que se dio el desborde incontenible que salía por mi boca: miles y miles de ellas salían de mi interior, mostrando por fin su belleza, dejando que las tocara la luz, invadiendo todo el estudio con sus colores, con su aleteo incesante, me envolvieron, me cegaron y no supe más de mí.

No fue doloroso, sin embargo algunas de ellas con sus alas de bordes microscópicos me hicieron leves heridas en la garganta, en la lengua y en los labios... brotó algo de sangre, nada considerable... no me ha dolido nada al besar tus labios mientras duermes.
Pero he tenido que ir al estudio, tengo que encontrar alguna pista, algo que me ayude a demostrar que no fue una alucinación, la gran mayoría debió escapar por la ventana abierta, alguien debió haberlas visto, cómo no, si salieron como una nube de colores a las diez de la mañana, pero no, ni en el piso o en el marco de la ventana hay nada, un ala rota, un poco de polvo luminiscente, nada.... sólo las heridas microscópicas en mi boca... no hay más.
Apago la luz y antes de salir echo un último vistazo... y entonces sobre la mesa, en el papel estampado con el corazón un leve resplandor apenas se distingue, me acerco y con la luz de la luna que entra por la ventana, la distingo: pequeña, inmaculada, profundamente roja, pobrecilla, se ha quedado pegada en la pintura roja como toda ella; suavemente la despego y sorpresivamente mueve sus alitas, emitiendo el sonido ya conocido, casi inaudible, solo una vibración. Le pregunto a donde se fueron sus hermanas, mis hijas todas, y como única respuesta la veo elevarse de mi mano y perderse en la oscuridad de la ventana.

Entonces, es entonces cuando me siento verdaderamente vacía, no sólo se comieron todo lo que había en mi interior, ahora también se han ido. El único consuelo que me queda, es haber comprobado que todo fue cierto, que no estoy loca, ni estaba soñando, y que las metáforas sí se comen por dentro a la gente.


jueves, 24 de noviembre de 2005

Sigmund dice

Medianoche. La luz de una vela. Acurrucada en mi cama, después del fin de semana tan pacheco que pasé, y a pesar de que todavía no me repongo de las desveladas de todo el mes, estoy tratando de analizar las razones por las que LB, los barrancos para ser precisos aparecen recurrentemente en mis pensamientos.

Y entonces, quién sabe cómo o de dónde o por qué, se me aparece un viejito como de principios del Siglo XX, algo canoso pero con un rostro que denota inteligencia, obviamente lo reconozco al instante, y lo saludo:
- ¿Qué haciendo Comandante Castro?
- No soy ningún Comandante Castro –me contesta con un acento medio rarito.
- Tons?
- Bueno, [con cara de indignación] que no estudiabas en la Universidad???
- Muy poco antes de la huelga, Comandante, y después, casi nada.
- Qué no soy ningún comandante.... atolondrada... a ver saca ese libro que tienes en el estante... qué dice?
- Ayayay, a poco le quiere entrar a la Interpretación de los Sueños, Comandante, si ya ni duerme...
- Insolentísima, a ver léeme lo que dice la solapa del libro...

Y ahí voy yo por mis anteojos para leerle al Comandante Castro, y madres!!! Estoy hablando con Freud!... desde cuándo la habitación transparente tiene contacto con el más allá?
- Doctor Freud, qué hace aquí?, digo... en buen plan, no se ofenda... ay, no me diga que mi mamá me hizo cita con usted...
- Cómo serás mensa, dónde me veías el traje militar...
- Bueeeno doc., usté sabe, tanta desvelada...
- Ya basta de tanta tontería, a ver dime, en qué estabas pensando cuando yo llegué...
- En que necesito pintar el techo?....
- No, antes....
- Ah, pues en los barrancos ... Mmmm, precisamente en qué estaría pensando el Alets cuando compuso Río, una rolota, si quiere le adelantamos para que la escuche...
- A ver... No, mejor al rato antes de que me vaya, primero lo primero... Pon atención, dime en qué piensas cuando te digo f-l-u-i-r –me dice arrastrando la palabra con su acentito raro.
- Ah!, ya ve?, me quiere aplicar la Asociación Libre...
- No que no hacías nada en la Universidad?
- Vamos por partes, o lo que es lo mismo, usté tranquilo y yo calmada, por qué me quiere aplicar su método... que consté que yo no lo invoqué, ni saque cita...
- Quieres entender qué te pasa o no?
- Esta bien, esta bien... no cualquiera amerita que el padre del psicoanálisis se apersone para lavarle el coco, pero ni crea que yo me voy a enamorar de usted como las otras pacientes, eh...
- Si, si, a ver en que piensas cuando te digo f-l-u-i-r...

Entonces enciendo una vara de incienso, me tiendo en la cama, ajusto el volumen a las bocinas que están sobre mi cabeza, en cada lado, no tengo que decir cuál disco está sonando, el mismo que escucho hasta la rola 6 antes de dormirme y desde la rola seis al despertar... el Doctor me mira mientras termino mi ritual y me apresuro a contestar:

- Veracruz, la casa del tío Chimale, el río que tenía pozas de piedra, la primera vez que nadé con la cara hacia el cielo, podía verlo todo, los árboles sobre mi cabeza, el cielo, con los oídos bajo el agua, solo escuchaba el lento correr del río, nada más... Y también en Aguilera, acostado en la hierba a mitad de la noche, con la guitarra encima, tocando las primeras notas de lo que sería “El fluir”... deben haber sido sensaciones similares...

- Bien, en qué piensas cuando te digo A-g-u-i-l-e-r-a
- En una guitarra que se ríe, las cuerdas de una guitarra produciendo el sonido de una carcajada, en las manos que tocan las cuerdas de la guitarra, en los ojos que miran a las manos que tocan las cuerdas de la guitarra, son ojos claros, misteriosos, enmarcados por un gesto desafiante, que también encierra la genialidad: la capacidad de construir, componer, escribir, crear tantas canciones... excelentes canciones, que me transportan, me hacen vibrar, como las cuerdas de una guitarra... que me hacen sentirme viva, como cuando al estar flotando en el río, me siento constituida por todas las células que me transmiten la sensación del frío del agua...
Pero cuando pienso en Aguilera también me acuerdo de cómo veía al Alets y a Alonso, de cómo sincronizaban sus sonidos, de cómo se divertían...

- Bien, en qué piensas cuando te digo n-a-d-a-r...
- En abandonarse, dejarse ir... ponerle play al discman cerrar los ojos, escuchar, sólo escuchar, todo lo demás desaparece, inclusive el tiempo ...

- Muy bien, recuerda que tienes que decir todo lo que venga a tu mente... en qué piensas cuando te digo t-i-e-m-p-o...
- En la duración de una nota, en lo que hay entre una nota y otra, en cómo se enlazan, en las historias que se cuentan, en el esperar un riff en especial, en el intervalo que une una canción con otra, en las horas que un músico pasa creando una canción en su mente, en cuánto tardan todos los demás en escucharla como una pieza completa, en lo que hay que esperar para escucharla en vivo, esa espera que se hace tan larga y desesperante; en que al escuchar la primera nota, el tiempo se va a otra parte, se hace plástico, se alarga y se contrae con el ritmo de la música y a veces cuando se llega a un punto culminante, desaparece, para caernos encima después cuando todo ha terminado. Y en el placer, sí también pienso en el placer... que siempre se le escapa al tiempo. También pienso en a qué horas me va a decir qué es lo que me pasa...
- Qué apresurada, sin duda eres posmoderna. Pues según mi teoría eres un caso de complejo edípico no resuelto....
- Qué!! Bueno siquiera no me dijo que soy histérica, pero a ver, eso de complejo edípico qué??... A lo mejor con Aguilera sí, pero a ver, explíqueme, que pasa con el Alets, con Chema y Alonso... ninguno de ellos podría ser la representación de mi padre....
- No??
- Pues no, nada que ver, en realidad todo lo contrario... mire [mostrándole La Mosca de noviembre] apenas andarán llegándole a los treinta, Aguilera si tiene un poco más, pero no tantos como mi jefe, y sí, son güeritos y están galanes (aunque mi mamá me dice que los veo con ojos de amor). Pero complejo edípico no resuelto?? No manche... Mejor le explico mi teoría, va?
- Bueno, explíqueme señorita.
- Mire, es por aquello de que los escucho desde que tenía 16 años, ergo, sucede que en la construcción de mi identidad adulta su música ha estado presente por diez años, impactando en distintos niveles de mi conciencia, creando innumerables identificaciones, por eso he querido ser músico toda la vida, por eso escribo... O usté que piensa?..
- Puede que tengas razón –me dice mientras se rasca el mentón- pero a ver, dime porqué dijiste que quieres ser músico, si eres mujer, a caso envidias un falo...
- No manche doc, que le parece si ahí le dejamos a lo del análisis, al menos por hoy, no?... y mejor nos echamos un mezcalito, no es bacanora, pero también quita el frío, que le parece, eh? Mientras le pongo unas rolitas de los discos anteriores, va... pero primero le voy a poner la del Fluir, escuche, la bataca del Chema, le apuesto lo que quiera a que nunca había escuchado una batería sonar así...
- Pues nunca he escuchado a una banda de rock...
- Uy!, pues entonces ya se rayó, se va a iniciar con la chida...
- Bueno, de cualquier manera no eres un caso típico, tengo que reflexionar un poco más para darte un diagnostico definitivo... en fin, Salud!!!

martes, 15 de noviembre de 2005

La Barranca Unlimited


10 días – 3 tocadas.

A veces tenemos que esperar meses para verlos en vivo, años para un nuevo disco.
Pero esta vez, la oportunidad estaba ahí, y simplemente había que tomarla. No era una decisión difícil, ni siquiera se tenía que decidir, sólo estar.

Tres noches tres, un caudal desenfrenado de rock con muchos decibeles.
A veces podía nadar en un río quieto, melancólico y sombrío, a través de una voz inmensa y profunda que me desgarraba las entrañas con dulzura, pero el cauce embravecía y las guitarras de Aguilera y Otaola, la pasión de Alonso y la energía de Chema, arrastraban los sentidos hacia una interminable caída en el éxtasis.

DROGA. No se me ocurre otra forma de llamarlo. Y me declaro adicta sin remedio.
Soy, lo he dicho siempre, un alma humana hundida en una barranca, destellando en el fondo... vibrando...

Tres noches diferentes en las que ni el frío, la gripe de Otaola y el bajo roto de Alonso, mermaron la energía de esos cuatro hombres-músicos-deidades. (Nunca falta quién le grite a JM que es dios). Además del poder de la música, que por sí misma raya el nirvana, también está ese contacto personal, las miradas cómplices de músicos y espectadores en los momentos explosivos, el corear de cada una de las rolas, el virtuosismo que da paso al disfrute en el escenario, como Alonso trepado en las bocinas extendiéndose hacia los espectadores, o Aguilera y Otaola frente a frente, tocando la guitarra del otro, o todos juntos en torno a la batería de Chema que no tuvo piedad del silencio... un disfrute tal, parecido a un bacanal.

Un recorrido extenso en toda la discografía (aunque me siguen debiendo Rendición) un disfrute absoluto con las rolas de EFDLN y La Tempestad, más las obligadas de LRDLT, el Denzura y el CP. Y por supuesto El Fluir.

El Lunario fue el agua que calmo la sed de tantos días, en el IMER, los protocolos casi se llevan la fiesta de calle, pero Cuernavaca, fue definitivamente, extrema. Desde darse a la fuga para descolgarse, armar el desmadre en medio de la plaza, saludarlos y conversar, hasta el regreso acompañada de los buenos amigos y del inseparable Fluir: la calma después del gozo, donde una simplemente recuerda, sonríe y canta satisfecha...
"...la carretera poco a poco queda atras..."

sábado, 12 de noviembre de 2005

A77AQUE

La cuenta empieza desde que te acercas al local, luego recorres la fila... a diferencia de la especie en extinción con la que ilusamente se comparan, estos se mueven en grupos, pues no son capaces de hacer nada solos.Problemas, problemas, son demasiados....
Bueno nosotros no somos tan poquitos, habrá que ver que pasa a la hora de la hora.

A77AQUE empieza tarde, y pienso si por las 12 rolas que me gustan, valió la pena lo que pagué en la reventa..... (un mal necesario...) Pero eso ya no importa, es hora de enseñar piel, así que me quito la chamarra negra y el top azul y oro queda al descubierto. Ya saben que estamos ahí.
Las rolas se corean, frente al escenario los que estamos amontonados como ganado (peleando una posición en el campo de batalla) destilamos sal, a veces puedes brincar y bailar un poco, las gallinas empiezan a querer volar... por supuesto se dan sendos porrazos...

Canción Inútil, Éxodo Ska, las cosas se ponen mejor, sin embargo uno de nosotros ya ha sido reconocido. Gracias a sus buenas relaciones se declara una tregua entre el Orgullo Skin y la R K. Pero siguen ahí los de la Minimental. Nos rodean.

El líder Skin comenta: Nos toca como de a 10, pero también traen chavas, le van a entrar?....
Esa pregunta ni se pregunta...

En el primer intento por sacar la bandera, se dan cuenta, nos rodean.... ya están sobre nosotros, empujando, mirándose burlonamente, dándose valor....
Así que retrocedemos, pero perdemos a dos....

Ya en el centro, un nivel arriba, las niñas sacamos la bandera, nos mandarían sicarias, pero no nos golpearían... o quién sabe, pero la bandera también va a servir para que nos ubiquen los dos perdidos... no hay mensajes en el cel, deben estar bien.... (moraleja: siempre revisa si tienes conexión)

Luego las gashinas cacaraquean y sacan su trapito azul chillón, obvio está sonando Dónde las águilas se atreven...

En un sector se abre la gente, ya hay golpes... pero todo termina demasiado rápido, antes de que cualquiera pueda enterarse de qué está pasando... además es el extremo opuesto a donde perdimos a los dos gatitos (ni madres) de Ulthar, ya apareceran... pensándolo bien, a los gatitos les da sed, hay que ir por unas chelitas y buscarlos en la barra del bar...

La gente que habla sola.... Sip, mi rola, así que enloquezco.... luego la subida vertiginosa con todas las rolas chidas, Beatle, Dame fuego, Arrancacorazones.... dónde demonios están esos gatitos, esto ya se va a poner rudo y no sabemos dónde están... hay que mandar msj... y entonces ¡¡¡demonios, no hay señal!!!

Ciro se despide, pero luego vuelve y tocan otra.... se encienden las luces y el tumulto empieza a salir, ¿los esperamos o nos vamos? luego de que toda la gente que estaba en el sector donde los vimos por última vez han salido, incluído el lindo chico de negro que me protegió de varios empujones, no hay más hay que salir también... ya afuera vibra el cel.... llegan los mensajes retrazados más de media hora... los corretearon, están en el carro... pero los minimentales ya ubicaron a Verón, nos fragmentamos, encontramos a la gatita pero falta su hermanito... entonces al carro... y ahí tristemente agazapado está el gatito perdido... con sus ojitos tristes por haberse perdido sus rolas favoritas, las del final... sí, los cercaron, hubo golpes y corretiza, también ellos se tuvieron que separar...

Nos buscamos y tardamos un poco en reunirnos todos.

Luego ya tranquilos, por los víveres para la celebración, el final de dos años sin ver a A77AQUE tiene que celebrarse... hasta morir....
El líder Skin dice que salimos victoriosos
- Vencimos? - digo yo-.
- Sí, vencimos porque salimos vivos....

domingo, 6 de noviembre de 2005

bersek

Zaz. Sí me dolió . Sabía que podían suceder cosas terribles, pero no que se diera una falla en el ámbito de los partidos amistosos.

El marcador global realmente no importa. Es una cosa aparte que nada tiene que ver.
Lo que importa es la actitud, haber actuado, ahora sí con dolo. De eso no me queda duda.
No espero explicaciones, pero me harían mucho bien, hasta si fueran mentiras.

sábado, 5 de noviembre de 2005

Carta a un Osito en Taiwán II

Querido Osito:

Hasta ahora he vivido a tu lado momentos muy emocionantes y divertidos, he disfrutado en tu compañía de una de las cosas que mas satisfacción me da, la música.
Sin embargo en medio de todo eso ha habido otro tipo de situaciones, desde que se reformularon los términos. Yo estoy conciente de lo que sucede, pero no totalmente de sus causas y consecuencias. Esta realidad me rebasa y se me escapa. Por ello, tú percibes que lo asumo de una forma casi tranquila y controlada, pero en realidad sólo estás presenciando un acto de inconsciencia kamikazi.

En realidad no tengo control sobre esa situación (podría decirse que tú sí, pero tampoco, también te rebasa) lo que sucede es que no me dejo abatir, mi espíritu es ante todo de guerrero felino. Jamás me verás, con tus ojitos de botón, sufriendo por una situación parecida, aunque eso no significa que no me afecte, que no me duela y que no me importe.

¿Te das cuenta de que estoy siendo totalmente sincera?
Eso espero, porque esa es mi mejor costumbre.

Yo sé a lo que me atengo. No soy una víctima de esa situación, lo tengo bien claro. La “elegí” porque ya no puedo ser de otra forma. Aquí hay un revés. Detesto vivir con los ojos cerrados y parece ser que en esta ocasión yo misma los he cerrado. Sino, no se podría continuar.
Es lamentable que estas condiciones condenen lo que pudiera llegar a ser. Pero lo prefiero así a estar del otro lado, en la incertidumbre sobre lo que sucede. Así tengo las cosas bastante claras.

Es cierto que entre nosotros hay mucha confianza, tú me puedes decir todo lo que me dices (aunque no es todo lo que piensas) porque hay algo de empatía, pero sobre todo porque sabemos que no importando lo que nos confesemos no vamos a juzgarnos y condenarnos. Eso parece suficiente para que no haya engaño con dolo.
Tampoco significa que no exista ninguna forma de engaño, aún queda lo que inconscientemente nos ocultamos.

A veces me parece que esta situación es completamente ridícula, pero cualquier otra sería una farsa. Además es la única posibilidad que existe para seres etéreos, lindos y pachoncitos como tú y un gato como yo.

Carta a un Osito en Taiwán

(Originalmente escrita en mi diario)
Hace dos meses

Querido Osito:


No quería que tú llegaras a esta libreta, estabas en las otras donde sucede todo lo bello y lo posible, pero hoy ya estás en ésta y eso significa que tengo que olvidarte. He leído las paginas anteriores y me doy cuenta que sigo por ese mal camino que desde hace tanto tiempo estoy empezando a dejar. Pero siempre empiezo y no termino.

Todavía ayer no me había enamorado de ti y por eso seguía a salvo. Pero el día de hoy y el maldito alcohol me dieron otro empujón y también tus abrazos dormidos. Pronuncie las palabras que me han hundido. Estoy en peligro.

Pero ha venido la luz del día y todo ha cambiado. El resultado no me sorprende era algo que todos sabíamos pero no habíamos comprobado.

Ésta ni siquiera es la primer carta que te escribo, la primera carta, que te escribí en junio, la que me hubiera evitado toda esta incertudumbre se perdió en el viento que ronda el viaducto. De todas formas la escribí pensando que 1. No te la iba a dar. 2. No la ibas a entender. 3. Yo no le iba a hacer caso, a pesar de que era lo correcto. 4. Iba a tener que escribir ésta.

He estado analizando la gran cantidad de paralelismos que existen en nuestras vidas, y me doy cuenta que somos casos perdidos, tenemos tanto tiempo tratando de frenar este ritmo destructivo de nuestras vidas, que cada vez que nos lo proponemos las palabras suenan más huecas y falsas. De hecho es más fácil que tú cambies a que yo lo haga, porque en el zodiaco te toco ser del tipo decisivo y yo soy aries: y éste es mi destino por más que huya de él. Pero tu signo solo te ayudaría si verdaderamente te propusieras salir de esto y eso lo veo difícil. Nuestro destino es más bien fúnebre.

Pero eso no abarca todos los aspectos de nuestras vidas, tenemos trabajos estables y buen futuro profesional (¿?). Puede decirse que ya alcanzamos una parte de la grandeza que tenemos destinada pero la verdad es que para que eso sea real tendríamos que superar nuestro propio thanatos y llegar a ser las personas exitosas y responsables que nos da tanto miedo y flojera ser. Yo pensé que esto era suficiente para unirnos, tener algo en común, pero ya veo que no. La realidad es que éste es el último castillo que construyo en el aire, y como decía la primer carta: Ni tu eres el príncipe que va a salvarme, ni yo soy una princesa que necesita ser salvada. Cada uno tendrá que salvarse como pueda.
El ritual ya empezó.

viernes, 4 de noviembre de 2005

He esperado demasiado por este día.
Sentir su música atravesando mi cuerpo,
haciéndome vibrar de todas las formas posibles.

No sé que sería de mí sin la música,


es mi energía
mi lenguaje
mi sostén
mi eje
mi dirección
mi sentido
mi razón
mi sentir
mi droga...

La gente va y viene
Pero ella siempre está conmigo.

jueves, 3 de noviembre de 2005

Ayer estuve en la firma de autógrafos de las deidades sónicas.
Todo el protocolo fue seguido al pie de la letra, ellos sonreían, yo esperaba en la fila, todos los seguidores estábamos emocionados. Los niños de la tienda de discos hacían su trabajo.
Yo temblaba.
José Manuel estaba otra vez ahí, ante mis ojos, de carne y hueso. Era él, eran sus ojos, y era también su voz, que me estremece hasta el éxtasis. Me sentí nuevamente como estudiante de secundaria, síp: boba y enamorada, en el más puro sentido de la palabra, pero me apendejé y me faltó que JM me firmara el booklet del Fluir; al menos con Alex y Chema pude cruzar unas palabras sin ofuscarme.

Sabrá ese misterioso hombre el influjo que tiene en mí?

Sin embargo, la situación era ridícula en realidad, eran ellos y era yo, pero no hubo esa cercanía de otras veces, la banda chida que convive con la gente que aprecia su música. No. Era otra cosa. Como si lo global arrasara lo local... el cliché. Caímos redonditos.

A todo esto sólo hay razón para alegrarse porque su música se difunde, porque están posicionándose fuertemente en la escena del rock nacional e internacional.

Será inevitable esa desazón.

Mañana los escucharé en vivo, después de mucho esperar.

miércoles, 2 de noviembre de 2005

martes, 1 de noviembre de 2005

Ultimamente mi poder para invocar a aumentado.
Digo que no voy a llamar al Osito de Taiwán y aparece...
Eso no es precisamente asombroso, porque no había pasado demasiado tiempo y porque sabía que tarde o temprano lo vería en alguna parte.
Lo asombroso fue cuando dije príncipe rockstar, y el ente más parecido a ello se manifiesta.... eso sí da miedo.