Ahora entiendo, era ESTO. Escribir, decir pendejadas, sacar todo, escupir. Un ejercicio con múltiples utilidades: desdoblamiento, calentamiento de falanges, tirar la toalla. Eso es lo que me viene faltando últimamente.
La revelación llegó de una manera extraña, un mail del que no soy parte pero sí y el blog de alguien que quisiera conocer, pero luego digo ¿para qué?
Me estoy cansando de que los blogs sean eso que me distrae por las mañanas. Me estoy cansando de ser sólo observadora y seguir autocensurándome.
Esto fue divertido en algún momento, quisiera recordar por qué.
Es evidente que algunos parámetros están sustituyendo comportamientos anteriores. No se asusten, seguiré siendo un cascabelito (ajá). El problema es que soy una persona muy amable y no encuentro mucho eco en eso. Escucho a todo el mundo pero sólo hay una persona que me escucha, y eso a medias. (A parte de mi mami, claro, pero mi mami es mi mami y si no me escuchara sería una muy mala madre y en consecuencia yo sería una mala persona y una gran hijadeputa… mami, tenemos que hablar).
He descubierto que me aburre mucho últimamente el desmadre, pero quiero seguir en el desmadre. Tendré que buscar nuevas formas.
No me siento incomprendida o que no me merecen, eso sería muy soberbio y como dijera House, uno tiene que ganarse el ser soberbio, además estaría de HUEVA.
Toda la tensión acumulada en mi espalda me está gritando una sola cosa:
Deja de preocuparte por pendejadas.
2 comentarios:
tu espalda y mi consciencia tienen razón!
Totlamnete cierto. ¡¡MALDITA PRIMAVERA!!
De vez en diario hace falta liberar toda esa tensión y si, el blog para eso está, además pagar como 600 varos por una hora con el psicoloco, está cabrón, usted suelte el veneno, que para eso son estos changarros ¿O no?
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