jueves, 20 de marzo de 2008

transición

un día de pronto me dí cuenta que hablaba con ustedes y no conmigo. ese día cambió este blog.
un día me di cuenta que necesitaba hablar sólo conmigo, entonces hice el de viaje interior.

por mil razones he dejado a ambos, más al otro en un completo desamparo.

a veces siento que ya no soy la misma
y no sé si quiero seguir siendo lo que era

es como si todo lo que consideraba sólido
se derritiera

empezando por mi gusto por escribir por escribir

ahora en metalentos escribo por encargo, algo que antes era casi incapaz de hacer.

hace más o menos seis meses hubo alguien que me hizo desear ser más.
esa sensación poco a poco se fue eclipsando por mis circunstancias
cadenas y más cadenas

estos días he pensado mucho en él
estos días se me está antojando cumplir eso que me había propuesto

¿será la renovación por la primavera?

Hace unos veinte días tuve la fortuna de escuchar a la Filarmónica ejecutando La consagracion de la primavera de Stravinski. Fue una experiencia de ruptura total, y para explicarlo, transcribo del programa de aquella vez:

frente a todas esas concepciones idealizadas y plácidas de la primavera, Stravinski opuso una visión mucho más cercana al verdadero caracter ritual primigenio de la celebración primaveral... mientras otros compositores prefirieron comunicarnos el canto de las aves, el florecimiento de las plantas, la bondad del clima y la facilidad de la primavera para inspirar sentimientos saludables, Stravinski prefirió recordarnos con toda claridad que en épocas no tan remotas de la historia del homo sapiens toda esa bonanza primaveral tenía que ser ganada a través del sacrificio humano, literalmente...
Juan Arturo Brenan

Así que a estos tiempos oscuros se le añaden también tiempos de metamorfosis.

¡Salud por Stravinski!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

tal ves tu consigna nunca fue un punto fijo

abrazos grandes

Anónimo dijo...

Sí, así andan estos tiempos.
Renace Lu! Es lo único que podemos hacer como seres humanos.

Anónimo dijo...

Bueno, uno a veces "desea" cambiar... otras veces, "necesita" hacerlo.

Por otra parte, parece increible pensar que ninguna célula de tu cuerpo actual estaba ahí hace unos quinquenios.

Los cambios son buenos, creo.

Besos y abrazos.

PD: Te ves muy bien en la foto que pusiste.

Anónimo dijo...

nena! el dialogo interior es lo que no debemos de perder, escribir por encargo no está del todo mal, la onda es no avandonarse y venga! yo me sigo pasando por tu blog a leer, ya sabes que pocas veces dejo comentarios, pero hoy me apetece brindar contigo a salud de stravinski que ciertamente, en primavera todo cambia, será que todo se llena de color, quien sabe!

bueno, te dejo muchos besos sabor a desierto!