martes, 31 de octubre de 2006

Nadie puede salir de la barranca

“Gracias por venir”

Lo sé soy una grupie de lo peor y me vale madres.
Me miro en tus ojos un tanto etilizados, mientras sonrisas simétricas surgen en nuestros rostros. Gracias por venir, vuelve a decir...un prolongado y cálido abrazo cierra la despedida. Su rostro por momentos es un enigma, deja entrever satisfacción, cansancio y a la vez muchas ganas de celebrar la gran noche…
Detrás de mí está mi amor real, esperando para despedirse de nuestro amor platónico exactamente igual que yo: con un beso, un abrazo y su gracias por venir. Salimos de ahí, Prometeo, Skantor y yo. Caminamos hacia la avenida Chapultepec (los mexicanos no somos muy originales con los nombres de las calles) para tomar un taxi que nos lleve de regreso a la realidad, el cuarto taxi en poco más de 24 horas.
Lo vemos por última vez antes de subirnos, viene calle abajo con otros, probablemente busca Bacanora, Don Julio, qué se yo… nos dice adiós con la mano. Y yo guardo esa imagen para siempre.

“La próxima vez que diga que no quiero ir me das una patada en los huevos”

El viaje es rápido y las calles están desiertas, así que me pierdo nuevamente en mis recuerdos… como el ambiente festivo del que nos acabamos de abstraer: sonrisas por todas partes, abrazos, chelas, pláticas, personas que al fin conocemos como Claudia de Tijuana, despeñada desde el inicio de los tiempos y personas que nunca hubieramos conocido en otra parte como Claudia, la novia de nuestro anfitrión… es tan chido convivir con la gente que aprecias, platicar de todo y de nada, sin mediar poses o pendejaditas de ese estilo. No sé a cuál de todos hemos perdido más gacho: a nuestro DJ metalero que mueve su melena arriba y abajo; a nuestro bloggero favorito que duda cuantos días llevamos ahí y si será ya su cumpleaños (o de quién era el cumpleaños? XD); a nuestro querido “arraigado domiciliario” con orden de aprensión de los altos mandos que lo acompañan; a nuestro webmaster favorito que misteriosamente encontró una botella de bacardí y sin más se fue por un vaso; o a la lonchera de cierto gato que ronda por ahí… Prometeo y Skantor van en la cuarta o quinta chela, y yo después del Herradura Reposado más caro de mi vida (pero por supuesto que lo valgo), dudo en terminarme la chela que traigo en la mano… “La próxima vez que diga que no quiero ir me das una patada en los huevos” me dijera después mi hoochie coochie lunchbox. Yo simplemente sonrío, y termino con mi chela.

“Y chingamos a nuestra madre los ateos”

Horas antes nuestro amor platónico estaba en un escenario dando todo lo que tiene (situación en que algunos (( cuatro que yo conozco al menos)) dejan de ser puramente humanos) , llegando a un límite insospechado, tejiendo un puente para que mi desesperación, tenga una esperanza… San Miguel Arcángel… no recuerdo exáctamente si fue la última rola, esta vez no obtuve setlist, solo sé, porque Fran lo dijo, que serían 27 canciones (añadiendo también el faro por petición so pena de muerte)... él estaba ahí, solo en el escenario cantándonos cómo la espada de San Miguel puede salvar(nos)… rola inédita de no más de tres días de vida, con un arreglo de cuerdas soberbio y una letra que remite a la fuerza y protección de dioses y semidioses, creadores y recreadores, estetas y grabadores tal vez; mitología católica, que nos sorprende a todos y que además se vuelve ambiguo; una rola cuya letra hace pensar en muchas cosas, enchina la piel, llena de simbolismos… una vez que terminó el concierto fue el primer tema de discusión, Prometeo lo dijo y yo moría de risa, por eso se lo repetí a él que echaba la cabeza hacia atrás, con una carcajada silenciosa, firmaba por fin mi edición gabacha del fluir...Y chingamos a nuestra madre los ateos… nada de eso pero sí, también eso, que explica un poco la postal, San Miguel Arcángel como en el apocalipsis, en el final…. pienso, mientras viajamos en el taxi …


“Lo curioso es que tomas el hombro de el que está en frente y brincas, es como una hermandad, una comunión”

Guadalaraja rockea bien cabrón... les digo, y el señor del taxi voltea como diciendome qué boquita... no había más de trescientas almas en el lugar, muchos de ellos (extrañamente) sentados muy lejos del escenario, una zona vip con vista muy pinche y el mejor lugar, cerca de la fuente de poder, tan cerca como a Alonso le gusta. La gente hombro a hombro frente al escenario, el ambiente estalla, gran parte de los que están a mi alrededor brincan acompasadamente, tomando el hombro del que está en frente, brincas con él, puede que no sepas quién es, ni tampoco quién es el que toma tu hombro, es la música lo que hace que rompas una barrera más... por supuesto son los sets eléctricos los que más prenden, se mueven las cabezas como una enorme marea, ESTAMOS EN LA BARRANCA, la adrenalina flota en el aire, llegó a ser tanta que, luego de despedirse no sé cuantas veces, y acercarse a saludar a la gente, Chema estuvo a punto de ser jalado por la marea para viajar sobre nosotros, ante mi estupefacción por supuesto, y la del tipo de seguridad que logró retenerlo, aunque dicho sea de paso, yo le vi una cara de resignación (o sería de “hagan conmigo lo que quieran”) cuando sus pies se despegaban del escenario. Alonso seguía por ahí repartiendo apretones de mano, Alex más allá del bien y del mal, Aguilera ya había desaparecido detrás de las cortinas negras, y sin embargo la excitación no bajaba. Nos sentamos a platicar en una mesa, mientras esperábamos a ver qué onda, si esperabamos para despedirnos, veíamos trabajar al staff, lonchera y Fran incluidos, aunque éste último se dedicaba más a las relaciones internacionales... como no podía faltar, nos corrieron del lugar y salimos a la noche, a esperar, quién sabe qué nos depararía el destino, y estábamos lejos... lejos... lejos...

Esperamos largo rato, llegaron algunos mensajes de quienes enviaban saludos y una llamada... tardaron en salir, los saludamos, se sorprendieron y no por vernos ahí, minutos después nos despedíamos y no de Fran que iba y venía arreglando cosas, Zapopan está técnicamente lejos del Centro de Guadalajara, es una de las áreas conurbadas que ahora forma parte de la metrópoli, nuestro hotel estaba a más de cuarenta minutos, y dudábamos qué ruta tomar, afortunadamente nos dieron un aventón, y amontonados en una camioneta llevábamos un desmadre bien chido: gente barbera, ingenieros de sonido que se conviertene en héroes y demás calamidades. Luego de Av. Chapultepec al hotel fueron solo 15 minutos, siempre madrugada.

“Alonso eres mi héroe”

En el taxi al hotel yo ya estaba en automático, había dormido, es cierto, pero también había recorrido con Prometeo casi todo el centro de Guadalajara a pie, súmenle casi tres horas de concierto, un tequila doble y una chela, que el día anterior habíamos llegado a las tres de la mañana a Guadalajara. Pero Skantor, aún tenía pila para rato, a pesar de que él había viajado ese mismo día, por eso nos decía - Si ustedes dicen que nos regresamos, pues nos regresamos. Jajaja, seguíamos comentado nuestras impresiones del concierto y de cómo una banshee nos arruinó momentos muy especiales de la noche. Méndiga vieja, todavía me acuerdo, estuvo parada junto a nosotros durante la primera mitad del concierto, la llamamos así porque es una de esas típicas tipas fashion (gorda encorsetada) que en lugar de cantar cual debe cada una de las rolas, se la pasó profiriendo estridentes gritos ensordecedores tipo fandeluismi; intelectuales que somos formulamos varias teorías: a) al ver a Prometeo se imagino que era Lenny o Kalimba y le ganó la emoción, b) se equivocó de concierto, porque en la misma calle hay muchos tugurios de otros ambientes, c) traía algo metido en el------(teoría censurada), d) le apretaba el corsette y e) como no lograba llamar la atención de otra manera entre una marea que se movía al unísono, se puso a gritonear de esa manera. Era insoportable, fuera rola eléctrica o acústica, su voz de pito taladraba los oídos de muchos, quienes volteábamos a verla con verdadero odio. Imaginen Estallido interno, Una tarde en la vida, El cinturón de Orión, Zafiro o Hendrix, mancilladas por piches gritos sin sentido. Afortunadamente Guadalajara rockea bien chido, y los brincos y el slam nos permitieron alejarnos poco a poco de ella y su enano novio, sin embargo parecía que nos seguía así que... una asociación de ideas me asaltó, luego de no sé que rola en que JM presentó a Alonso y yo le gritara el consabido “Alonso eres mi héroe”, llegó a mi mente aquello de No más héroes por favor, y me dije pues igual y no es nada heroico pero mis oídos lo agradecerán, así que en cuanto tuve oportunidad y el slam fue propicio me dejé ir sobre la banshee (sí soy una intolerante) lo cual logró que se replegara y le bajara a sus alaridos, un rato...

A pesar de ella el concierto fue memorable, y como se lo dije al buen Klean, roquero tapatío que nos acompañó durante el concierto, “tuvimos que viajar tanto para vivir algo así” es innegable que la vibra de LB en su lugar de origen tiene un algo más, aunado a que este concierto tenía cargas emocionales muy diversas... eso fue palpable cuando tocaron precisamente la rola de La Barranca, y que decir con mi chilladera de siempre en Estallido interno.

- Pasamos por este oxxo de ida, les digo. Prometeo hace sus ojitos así ¬¬, y dice que todos los oxxo se parecen, Skantor simplemente repite el mantra de la noche: todo es ....

“Culpa de los managers güevones”

(Lo siento Hamlet, tu frase dio para la mayor carrilla de la noche)

Damos vuelta en una glorieta que ya reconozco, platicamos del estocazo que nos dio el tipo del taxi de ida al Teatro Estudio Cavaret, ellos dicen que nos paseo, yo creo que fue porque ya en periférico había mucho tráfico... cronopios que somos, Prometeo y yo compramos un mapa del Guadalajara justo para evitar que nos sucediera eso, y se nos olvidó cuando salimos a desayunar y a turistear esa mañana, ya pasadito de medio día, y cuando regresamos por la tarde, junto con Skantor, que ya había llegado, extendimos el mapa en la cama para ver la ruta más conveniente y oh, sorpresa, sólo abarcaba estrictamente el centro de Guadalajara, así que no nos sirvió de nada...
Después de cuarenta minutos o más de viaje, llegamos por fin a donde sería el concierto, tuvimos que esperar largo rato, sentados en unas mesas al aire libre, platicabamos de la escena rockera nacional y de las tocadas a las que iríamos en noviembre, yo ya estaba desesperada, quería entrar, pero los de seguridad nomás se hacían güeyes...
– Esto es culpa de los managers güevones... dijo Skantor.
JAJAJAJAJA, (gatos revolcándose de risa en el piso), y ni modo de ahí en adelante no paramos, el que hubiera valido madres llegar tan temprano, el que unos gañanes se nos adelantaran y ocuparan primera fila frente al escenario, el que hiciera tanto calor, el que pusieran una y otra vez el mismo disco de Cerati, el que hubiera tan poca gente, el que tardara tanto en empezar, el que la vocalista de Projector llamara baterista a su bajista, el que nos tocara la banshee gritona, el que unos trajeran pulserita all access y nosotros no, el que la bebida fuera tan cara, el que se tardaran tanto en salir a firmar, el que nos haya cobrado mucho el taxi, el que tocaran tan lejos, el que me dolieran los pies, el que las mesas estuvieran desniveladas... todo era culpa de los managers güevones, jajajajajajaja....

Estamos a punto de llegar al hotel, me acurruco en los brazos de Prometeo, el tiempo casi se desvanece y me siento tremendamente feliz y tremendamente triste. Nos miramos, para no pensar en las dualidades lo mejor será hacernos uno lo que queda de la noche.

Epilogo

Volveremos a encontrarnos, en el aire, en tu voz, tal vez resucites en tres días…
Kalenda maya, la fiesta continúa.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

:'-(

Anónimo dijo...

Qué chido!!!!!!!!, como dice Carimy en su blog, luego no hay palabras.

Gracias por estar ahí, un abrazo.

Anónimo dijo...

soberbio!!!!
gracias Lu!!!!

pero me falta algo ahíiiiii



atte. i, la que quiere todos los detalles :'(

Anónimo dijo...

Vaya concierto, fascinante reseña.
Saludos.

Anónimo dijo...

i
pus qué me faltó?

fran

mil gracias a ti...

garash

gracias también

Anónimo dijo...

Muchas gracias por esa reseña, es fascinante la forma en que escribes, y como t digo: gracias por dejarme compartir ese viaje con ustedes, mil gracias de verdad...

Anónimo dijo...

De los detalles me ocupo yo!!!

Anónimo dijo...

Ahhh gracias por esta reseña, se que está trilladón (y mamón) decir esto, pero neta: me hiciste vivir un poquito el concierto. Gracias. Ahh espero algún día escuchar la rola de San Miguel Arcángel!

Anónimo dijo...

Ohhhhh!!!! qué buena reseña... No te imaginas cuánto hubiera querido estar ahí, quisiera poder decir habrá otra oportunidad, pero sé que no es así...

Lo único que me queda de consuelo es que utilizaré mi aguinaldo para ir y a ver qué concierto se me cruza por allá.

sniff sniff sniff!!!! yo mientras tanto, después de una semana, sigo con mi día negro...

Al menos se la pasaron bien chido por mí!!!!!!!

Anónimo dijo...

Lastima me lo perdí, excelente reseña, saludos Lú.

Anónimo dijo...

ya ves que peco de curiosa, quiero más detalles (sucios?) del after
:(

se puede?

Anónimo dijo...

Hola: Ya es costumbre decir que tu reseña está excelente, magnifica y sublime, a la altura de un gran concierto.
Dices que no eres peridodista, pero con tus crónicas y reseñas fuera de lo común les das en la torre a todos los seudoperiodistas formales, cuadrados y aburridos de todas las revistas de rock y anexas.

PD1: En México sí hay imaginación para poner nombres a las calles (y a las colonias). Próxima y lejanamente un post acerca de ello.
PD2: Lo de los managers güevones no era una afirmación aunque lo pareciera, era una pregunta.
PD3: En Guadalajara, no aplicaba lo de manager güevon, sino de promotor güevon, que es diferente.

Anónimo dijo...

skantor
ojala y tu escribieras todo desde tu punto de vista...

Prometeo
Gracias por los detalles (independientemente de que parezca que soy una matiática sexual jajajaja)

Carlo
Pues la próxima semana alguién publicará su rola de la semana...

Val
También te extrañamos, ni hablar, de que hay días negros los hay...

Dani
Ahora sí nos fuimos por el chupe y no estabas, que caray...

i
cómo no, pero en el msn!

Hamlet Contreras

Gracias por las flores. Yo me refería a que somos poco originales porque muchos nombres de las calles en esta y otras ciudades son los mismos, cosa que es completamente normal; eso no implica que se carezca de imaginación pero de ello hablarás en tu post que todos esperaremos.

Anónimo dijo...

Hasta hoy tuve el valor suficiente para leerte...

Hoy quiero llorar...

Como sea, seguimos juntos en ese viaje va? Gracias por la reseña, saludos a Prometeo

Anónimo dijo...

Hola,
Aquí leyendo tu reseña :-).

Éso de: Personas que al fin conocemos como Claudia de Tijuana, me sonó a como que ya nos conocíamos de otra parte ¿o son mis nervios? jajaja ¿Eres de la lista de Barraweb?

Chale, qué se traen contra los managers :-(? jajaja

Saluditos tijuaneros.

Claudia.

Anónimo dijo...

Eliza
pues yo todavía me acuerdo y lloro, no es broma, no me resigno a que haya sido la última vez...

Claudia,
Hola! gracias por venir a leer, no es que no te pelara, no había visto estos comentarios.

Si dije que al fin te conozco porque Fran me ha hablado mucho de ti y de cómo se conocieron.

Lo de los managers tiene que ver con una serie interminable de comentarios en los que yo como fan irracional que no sabe nada de la vida y mucho menos del rock, defiendo a mis ídolos cuasi semidioses. Pero como me daban pena ajena los borré.

Anónimo dijo...

No sabía que Francisco había contado de mi, pero qué chido que lo haya hecho, me emociona.

Pensé que lo de los managers era algo contra alguien en particular. Soy una chismosa jajaja.

A ver si en el próximo concierto de La Barranca que nos encontremos hay más chance de convivir :-).

Saluditos.