sábado, 17 de septiembre de 2005

Imagino varias posibilidades, todas ellas gratas, sin embargo parecen todas poco probables a ratos; pienso mucho y en un minuto, todo parece imposible; la soledad me persigue, la incertidumbre me persigue, la insatisfacción me persigue y también la mediocridad.

Adelante de todo ese cortejo va la felicidad, que es lo único que yo persigo, es ágil y resbalosa, a veces la pezco, pero de un salto se vuelve aescapar.

Hoy solo puedo pensar en la maravillosa habilidad que tienes para no decirme nada.

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