miércoles, 16 de marzo de 2005

El tiempo siempre resuelve las dudas.
No esperaba que todo fuera perfecto, pero tampoco que dejaras que tus fantasmas te paralizaran por completo.
Para nosotros ya no se cristalizan las esperanzas.
No me importa que frente a mí se alcance a ver sólo mi negro destino...
Tampoco que mi suerte cambie o se quede como está...


Lo que sea que venga, no me sorprenderá con las manos cruzadas,
posiblemente me asalten vuelcos del corazón,
pero si de algo pueden estar seguros
mi negro destino, negra vida y negra suerte
es, que sus golpes al final de cuentas me dan risa
y que de mi fragilidad estoy sacando la fuerza de mis palabras.

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