Muchas cosas pasaron en mi vida este año.
Un año más que vivo con mi familia, y en particular junto a mi sobrino Emi (aka Mosho, My Precious, Batata*)
la luz de mis ojos que me contagia su energía y sus ganas de conocer y demoler el mundo.
Los lazos que me unen a muchas personas se estrecharon, gracias a la sinceridad y a la hermandad que existe. Gracias a todos mis amigos por estar.
Me desenamoré, me obsesioné (dos veces, jajaja) y entendí algo bien importante sobre lo que es el amor (se los diría, pero es algo que cada quien debe aprender).
Este año pasé de aborrecer mi trabajo y toda la ociosidad en la que me tenía inmersa, a ver cómo mi esfuerzo era reconocido y cómo mis propuestas se cristalizaban.
Pero lo que sin duda va a marcar este año, el número 27 en mi vida, es que desde ahora tengo un guardaespaldas.
Les presento a Leviatán, aka El dientón.
( no mordemos, jajaja)
Leviatán es una obra colectiva. Esta basado en dos grabados de Joel Rendón, el primero es el booklet de
La Tempestad, segundo disco de La Barranca, el primero que yo escuché y que me cambiara la visión que tenía sobre la música. De ahí el significado. El segundo grabado se llama
Endiablada marea.
La segunda persona que contribuyó fue obviamente quien diseñó el tatuaje partiendo de los grabados,
Pedro Álvarez, tatuador de renombre internacional.
Tardé diez años para decidirme a hacerme un tatuaje, más o menos desde que escuché el Tempestad, precisamente. Tardé más de seis meses en elegir el diseño y más de un mes en encontrar al tatuador indicado.
Fue un proceso bastante largo, muchas personas como
Lagartija,
Nahuii y
Dulce Geisha me sugirieron lugares para hacerlo, otros como
Semidiós,
Re y
Francisco, tuvieron la paciencia de escuchar mis dudas y darme sus puntos de vista.
¿Qué como me decidí? Dos factores, en cuanto vi
la galería de Pedro me enamoré de sus tatuajes. Su estilo único y su impresionante técnica me dejaron sin palabras.
Para este momento yo ya había visitado numerosos estudios por toda la ciudad, en varios de ellos, había mostrado los grabados y me habían hecho presupuestos. Es ahí donde entra el segundo factor, de todos los estudios que visité, él fue el único tatuador que salió a atenderme personalmente para que le explicara mi idea. Hablamos unos minutos, me dio sus sugerencias y entonces supe que él sabría plazmar lo que yo quería. Y así fue.
El ProcesoA principios del este mes visité
Evolution, donde he de decir, me trataron muy bien. La cita quedo para el día 27, aunque luego intenté cambiarla para que Re estuviera conmigo, pero fue imposible.
No sé cómo le hice, supongo que todo el tiempo que desee un tatuaje ayudó mucho para que me mentalizara y soportara poco más de tres horas de trabajo, de Pedro claro, yo nada más intentaba relajarme para que me doliera menos (como quien dice, flojita y cooperando, jaja).
Lo que sí me trastornaba era el ruido de la maquinita, afortunadamente me previne y llevé a Floyd para escuchar a La Barranca, ya saben, para acentuar el
mood.
La sensación es curiosa y cada parte del proceso es diferente. Las líneas cortas casi no se sienten, las largas son como un corte superficial de navaja, suena muy doloroso, pero es totalmente soportable. El rellenado es una sensación más cercana al ardor, por momentos un tanto punzante. Cuando la aguja se posa en zonas donde la piel es más cercana al hueso, se siente como si todo el esqueleto "vibrara". Al final, he de confesarlo, ya pedía esquina.
Por último, la foto del recuedo junto a Pedro, a quien agradezco infinitamente esta experiencia que no sé por qué, pero creo que vamos a repetir, jajajajaja. Ya se que me veo fatal, pero, ¿qué esperaban?
p. s. Mi guardaespaldas, leal a su naturaleza, a desatado la marea: mi papá no me dirige la palabra, mi mamá teme que traiga el demonio dentro, mi sobrina se asustó en cuanto lo vio. A fin de cuentas sólo una reacción de esas me pareció libre de prejuicio: Emi dijo, "que chiiiido" en cuanto lo vio.
* Batata en el lenguaje de Emi significa Rata de dos patas.