A eso yo contesté con un emoticoncito llorón y un “buaaaaaaaaaa yo quería ver a Jaime” y me dijo, y por qué no vas. Es fin de quincena y tengo cinco pesos para llegar mañana al trabajo. En ese caso yo te invito, ve a la mesa de prensa y di que eres mi invitada.
Inmediatamente acudió el emoticón “ojito de remi” mientras yo botando la laptop brincaba de felicidad en el sillón. En realidad el pase era doble y dije, al primero que se conecte lo invito. Y voilá, que se conecta el negro suertudo y sin que yo le dijera vas, ya se estaba apuntando.
Seguí en la conchudez total y como a las cinco decidí bañarme. Se me hizo algo tarde. Ya me estaba esperando y entramos corriendo. La ventaja de ser “invitada especial” fue que nos tocó luneta, cuando en el Teatro de la Ciudad generalmente compramos en los nidos de las golondrinas, bueno no tanto.
En cuanto se corrieron las cortinas rojas, enmudecí ante la visión: Jaime acompañado tan sólo de su guitarra en el escenario, llenaba todo el teatro con su presencia.
Esforzándome en vano por reprimir mis instintos carnales, esgrimí unos cuantos “grrrrrrrrrrr” al aire. Luego de la tercera rola llegó la siguiente sorpresa de la noche. Ante mis ojos cierto Mozuelo Andaluz, dado a emborrachar gente con whisky, se acomodó en la butaca de al lado. (miau!!)
Pero lo que realmente me vino a partir la madre fueron los primeros acordes de una rolita que dice más o menos así:
Corazón de Cacto
Noche tras noche el amor con distinta piel
envolvió al velador trasnochado de mi corazón
noche tras noche al saciar el sueño su sed
deja un beso distinto en los labios de mi soledad
(coro)
El amor como un nubarrón,
llueve recio y tupido y luego se va,
y si llega a quedarse
se va evaporando, se va...
Sorbo tras sorbo en el fondo del, viejo bar
absorbiendo el amor, gota a gota, está un corazón
Sorbo tras sorbo en el bache del, eje vial
transplatado te veo en el desierto de esta ciudad
(coro)
Ese beso que ya se secó
todavía crepita
se crispa y palpita en un corazón
corazón de cacto
cacto de asfalto
corazón de cacto
cacto de asfalto
Sigue guardando beso tras beso
que ya lloverá
ya, lloverá...
Y sí señoras y señores, con tantas emociones encima, me doblé y salió a flote la pinche lagrimita traicionera que ya me agarró de cliente en los conciertos.
Ahora imaginen el siguiente doblez cuando escuché los acordes de:
Sácalo
Quiero decir que estoy harto de mí
Si algo de ti permanece aquí
Sácalo, Sácalo
Antes que me lleve el diablo
Sácalo, Sácalo
Antes que nos lleve el diablo
Si tuviera religión me pondría a analizar
Si tuviera ideología pondríame a rezar
Quiero creer que revive el ayer
Pero la piel se volvió papel
Tírala, Tírala
Saca la primera piedra
Tírala, Tírala
Tira la primera piedra
Si sumida en la prisión te podría liberar
¿Porqué en la libertad te vas a encarcelar?
Quiero decir que estoy harto de mí
Si algo de ti permanece aquí
Sácalo, Sácalo
Antes que me lleve el diablo
Sácalo, Sácalo
Antes que nos lleve el diablo
Mi enemiga no eres tu, tu enemigo no soy yo
El enemigo común, está alrededor
Sácalo, Sácalo
Antes que me lleve el diablo
Sácalo, Sácalo
Antes que nos lleve el diablo
Jaime entonó además otra canción que me estremeció, una que habla, precisamente, de amores platónicos ¿Qué fue de la gran Betty Boop? Luego, dejó la guitarra, tomó la armónica para hacer un intro y cantó a capela, para lo cual el público aportó la música de sus manos. Era él, el roquero urbano, el trovador de voz correosa y explosiva.
Posteriormente Al-guien definió a Jaime como un músico que se mantiene siempre en la zona de riesgo. Y no es para menos, un hombre con solo su voz y su guitarra movió todo un teatro con tan solo una sonrisa, pero qué sonrisa.
Y aunque Jaime ya me había hecho la noche, aún faltaba LENINE , un excelente músico influenciado por el rock y el pop que fusiona con los ritmos brasileños, coqueteando también con el jazz y el blues. A pesar de las lagunas idiomáticas, disfruté sus canciones tanto como los ¿cincuenta? ¿cien? brasileños que acudieron teatro. Para muestra, aquella noche les dejé un par de videos, uno de ellos de la canción Medo (Miedo) en la que participa, como aquella, noche Julieta Meniegas (perdón, Julieta Venegas).
Lenine, me gustó, me encantó, me puso en un mood vibroso muy diferente. Y es que su voz es una de esas fuerzas que se te meten por los poros muy despacito y para que es más que la verdad, te seducen. Así que acomodada en mi butaca, atisbando el perfil del mozuelo andaluz y sosteniendo la mano de mi mejor amigo, dejé que Lenine poseyera mis oídos.
8 comentarios:
Me trajiste un par de recuerdos con esas dos rolas de Jaime.
Que también hay que reconocer que la versión que hizo Ceci de "Corazon de cacto" en el disco "Arpia" es bastante buena.
Saludos
que bonito te la pasaste, llorar al escuchar canciones nos indica que estamos vivas! y que hemos sabido caer y levantarnos.
Ese amorcito extrano llamado Jaime Lopez, que chido que chido que te la pasaste de invita'a.
Abrazotes y Besotes.
Edgar
Precisamente yo conocí esa rola en voz de Cecilia, pero luego supe que Jaime era el autor.
dorn
Así es, la música, sobre todo en vivo nos da esa posibilidad... bienvenida a este blog
dulce geisha
Si caray, yo hubiera querido tener fotos pero no se podía...
pues no la invité a usté porque no se conectó al msn, jajaja pero sí, fui una suertuda... saludos
Gracias por los comentarios sobre mi texto. Se ve que te la pasaste bien, creo que nunca he oido al artista, escribes con mucha pasión sobre él. voy a buscar algo de su música.
Corazón de cacto es mi rola jaimelopeziana... chale, nomás de recordarla quiero llorar (y sí puedo). Y sí, con Cecilia suena también fregonsísima, me gusta más su versión en el "Noche de día en vivo".
Suertudota tú :) Sigo esperando el día que JLo se deje ver por mí... ;)
Carajo! eso es tener contactos! jajaja, saludos mujer.
Me encantan esas rolas! Mi version favorita de Corazon de Cacto es la que hizo Cecilia para el Otro Lugar con Los Aztecas.
Saluditos!
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