Qué triste enterarme que llego tarde a tu vida...
Qué triste pensar que no hay otra realidad ni arreglo para ésta...
Que triste darme cuenta que te perdí antes de saber que te quería...
Me duele darme cuenta que apenas toque tu vida,
me apena profundamente haber dejado
que me utilizaras tan inconscientemente.
Aborrezco este dolor que yo misma me he buscado,
pero no sabía hasta donde me habían invadido tus ojos.
Aunque dudo que entiendas la complejidad de todo esto,
estoy segura que intuyes lo que pasa.
Ahora me resta huir antes de que tu presencia me domine
o quedarme a vivir con mi dolor,
ambos caminos me conducen a todo olvido.