Hay ocasiones en las que es necesario partir de absurdos, como transmitir con palabras una emoción, una sensación, una experiencia derivada de la música.
Conciliando la situación, se puede hacer un intento descriptivo. Decir, por ejemplo, que él vestía un elegante traje negro, italiano –probablemente– y bebía una copa de vino tinto. Se veía tranquilo, pero, en cierto modo, emocionado. Entre él y nosotros había una guitarra, y ésa era la razón por la que todos estábamos ahí.
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1 comentario:
oiga? mañana es en tiempo segun la hora nacional, oo tiempo gato?
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