jueves, 31 de diciembre de 2009

Posdata

Entre las historias del mundo que son posibles en un marco experimental determinado, algunas pueden reescribirse en la forma normalizada de Griffiths; se llaman entonces, historias coherentes de Griffiths, y en ellas es como si el mundo se compusiera de objetos aislados, dotados de propiedades intrínsecas y estables. No obstante, el número de historias coherentes de Griffiths que pueden reescribirse a partir de una serie de medidas es, por lo general, bastante superior a 1. Tú tienes conciencia de tu yo; esta conciencia te permite emitir una hipótesis: la historia que eres capaz de reconstruir a partir de tus propios recuerdos es una historia coherente, que justifica el principio de narración unívoca. Como individuo aislado, empeñado en existir durante cierto lapso, sometido a una ontología de objetos y propiedades, no te cabe la menor duda sobre este punto: se te puede asociar, necesariamente, una historia coherente de Griffiths. Esta hipótesis a priori te sirve para la vida real, pero no para el mundo de los sueños.

Michel Houellebecq, Las partículas Elementales, Anagrama, 2008, pág. 68.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Rodolfo el Emo

Era Rodolfo un emo
que escondía la nariz
que en una golpiza
un darketo le rompió.

Luego llego un punketo
y al darketo le escupió
y luego un policleto
al punketo lo entambó.

Pero navidad llegó
y todo cambió
Santa Clos les regaló
tolerancia de a montón.

Tenía Rodolfo el emo
destruída la nariz
pero él y su familia
no tenían derecho al IMSS.

Pero Beto el punketo,
aunque al emo fue a golpear
siempre había sido objeto
de violencia familiar.

Pero Navidad llegó
y todo cambió
Santa Clos les regaló
un seguro popular.

Era Rodolfo un emo
que escondía la nariz
que en una golpiza
un darketo le rompió.


Sí son los Villancicos de Tiaré y Fernando y yo soy MUY fans.

lunes, 21 de diciembre de 2009

El fantasma de la ópera

Sueños de papel
Alma derramada
como tinta
sangre azul
versos fugitivos
cartas
que jamás tendrán respuesta...

Esperanza cruel
delirio de volver a estar contigo
otra vez
rostro fugitivo
Enigma
que en el mármol se proyecta

Muéstrate otra vez
la luna se repliega entre las nubes
ya no hay luz
no habrá testigos
del beso
que tu sombra ha prometido


Autor: José Manuel Aguilera