martes, 28 de abril de 2009

Inevitable

Ésta es mi ciudad monstruo, aquí nací y aquí me voy a morir. Es el caldo de cultivo donde he desarrollado todas esas hermosas cualidades del chilango: respirar atmósferas viciadas, saber siempre dónde estoy y cómo llegar a cualquier parte, tener un estómago a prueba de cualquier salsa o fritanga, torear automóviles, cambiar billetes rotos, negociar con taxistas en la madrugada, caminar ebria por las calles sin tropezarme siquiera, en resumen: actuar como si fuera la dueña del mundo.

¿Les parece familiar? Claro, si son chilangos. ¿Es la meta de su vida? Claro, si son uno de tantos que viene acá a amontonarse con la bola de apestados que ya vivimos aquí, pensando que su gran talento va a hacer que les caiga encima todas las drogas y el varo de las grandes corporaciones (habrá casos que sí e incluso podría darles mi número telefónico). Desde mi punto de vista, son más los que simplemente vienen huyendo de la aburrición de sus pueblos piteros donde no se puede ni abortar a gusto.

Si de algo pueden estar seguros es que vamos a recibirlos con los brazos abiertos, porque básicamente, nos vale madre.

Lo malo es que la ciudad monstruo está tan harta de ustedes, como de nosotros, somos sus parásitos, atestamos sus venas permanentemente, no nada más en horas pico. Por eso no será raro que un día, su plan maestro funcione. ¿Qué va a pasar entonces?

Quién sabe. Mientras tanto, con esta contingencia por la influenza, tendremos que lidiar con el encierro sin suicidarnos. En eso los fuereños tienen la ventaja. Están más acostumbrados a no tener nada que hacer.

Muchos comprarán el kit Causas perdidas: Alfeñique de San Judas, playera del evento, pulserita de “hazme un paro” y cubreboca conmemorativo. Otros, tomaremos las cosas con calma, usaremos cubreboca normal, evitaremos el sexo en grupos y le pondremos jugo de naranja al tequila o al vodka, no así al whiskey. Las cosas son así, para qué alarmarse.

Pero nosotros lo hemos sabido desde siempre, pues tenemos una hermosa relación amor-odio con la ciudad que quién sabe si ustedes entiendan.

Por lo pronto, en estos momentos mi pánico es por un asunto más recalcitrante y de proporciones apocalípticas: Mi declaración de impuestos. Si todo sale mal, escribiré mis memorias en un hoyo sin luz ni agua potable en el penal de Santa Martha. Si todo sale bien, me tomaré un café en alguna banca de Paseo de la Reforma mientras leo todas las cartas en las que Hugh Jackman expresa su desesperación por estar tan lejos de mí en estos momentos.

Creo que me asustan mucho las cosas que se dicen, más las que no se dicen. Pero, para qué preocuparse. Todos nos vamos a morir.

lunes, 27 de abril de 2009

Despiertame cuando pase el temblor

¿En qué piensas cuando lo único que has sentido seguro durante toda tu existencia, comienza a sacudirte como si fueras ese parásito pegado a su piel?

miércoles, 22 de abril de 2009

GPS

Tenía ganas de ver dos pelis que yo sabía que nadie me iba a querer acompañar, así que me fui sola y busqué un cine donde pudiera hacer el uno-dos, de Presagio me pasé a Rápido y furioso y sí, babee de lo lindo viendo a Vin Diesel, (sigo pensando que el dueño del gato se parece levemente pero en versión morocha, ja).



La primera, con Nicolas Cage, iba bien, pero ya luego chafeo de terrible manera. Como que ya no hay finales posibles para eso del fin del mundo, más que el fin. Está chido que si tanto cacaraquean que se va a acabar, se acabe y punto, pero bueh, el cliché del final fue totalmente innecesario.



¿Y qué puedo decir de Rápido y Furioso que no suene como una invitación de connotación setsual para Vin Diesel mientras lo veo en un sillón de piel con una camisa de terciopelo rojo en mi nuevo wallpaper?



Ok, me voy con mis sueños húmedos a dormir.







GRRRRRRRR

Ahh si pero la onda era lo de los GPS, se me hizo curioso que en ambas películas, estos aparatejos tuvieran algo que ver. Ya iba yo a decir que quiero uno cuando me acordé que a) no manejo y b) es posible que también terminara en la lavadora. JA.

jueves, 16 de abril de 2009

Abril sonríe irónicamente

No dormí casi nada en tres días.
Pero lo logré. Factor sorpresa. (inserte aquí risa maléfica)

Es bien cagado cuando la gente que siente que sabe mucho (a veces sí sabe a veces no más farolea) discrimina a los demás basándose en si los creen pendejos o chingones. Si la discriminación es patética, porque la mayoría de la gente que discrimina lo hace por ignoracia, estos que discriminan con todo conocimiento de causa no nada más son patéticos, son incongruentes y prepotentes.

Y ahora sí, gracias a mucha gente que se dejó coordinar por mí, los tenemos en la palma de la mano. JA.

lunes, 6 de abril de 2009

La Maldita Primavera

Ahora entiendo, era ESTO. Escribir, decir pendejadas, sacar todo, escupir. Un ejercicio con múltiples utilidades: desdoblamiento, calentamiento de falanges, tirar la toalla. Eso es lo que me viene faltando últimamente.

La revelación llegó de una manera extraña, un mail del que no soy parte pero sí y el blog de alguien que quisiera conocer, pero luego digo ¿para qué?

Me estoy cansando de que los blogs sean eso que me distrae por las mañanas. Me estoy cansando de ser sólo observadora y seguir autocensurándome.

Esto fue divertido en algún momento, quisiera recordar por qué.

Es evidente que algunos parámetros están sustituyendo comportamientos anteriores. No se asusten, seguiré siendo un cascabelito (ajá). El problema es que soy una persona muy amable y no encuentro mucho eco en eso. Escucho a todo el mundo pero sólo hay una persona que me escucha, y eso a medias. (A parte de mi mami, claro, pero mi mami es mi mami y si no me escuchara sería una muy mala madre y en consecuencia yo sería una mala persona y una gran hijadeputa… mami, tenemos que hablar).

He descubierto que me aburre mucho últimamente el desmadre, pero quiero seguir en el desmadre. Tendré que buscar nuevas formas.

No me siento incomprendida o que no me merecen, eso sería muy soberbio y como dijera House, uno tiene que ganarse el ser soberbio, además estaría de HUEVA.

Toda la tensión acumulada en mi espalda me está gritando una sola cosa:
Deja de preocuparte por pendejadas.

domingo, 5 de abril de 2009

Oh, el tiempo

La edad en las personas es uno de los tópicos más relativos que existen. Yo acabo de cumplir 29, estoy en el umbral de los treintas y me sigo sintiendo como cuando tenía 16.

Cierto, ahora, tengo como seis kilos más, una hernia abdominal y escoliosis, pero sigo teniendo la misma vitalidad de entonces.

Sólo que ahora, disfruto más el vino tinto, adivino ingredientes en casi cualquier platillo, hago cosas que no me enseñaron en la escuela y distingo con bastante facilidad con qué personas no debo perder mi tiempo., porque eso sí que lo he perdido, la paciencia.

Yo creo que seguramente lo han notado. No es algo que me avergüence. ¿Amargura?

Creo que estaría más amargada si tuviera que cuidar a dos hijos y no tuviera vida sexual.

Un momento...

miércoles, 1 de abril de 2009

Destiny

El convoy llegaba a la estación del metro cercana a donde trabajas. Reté al destino: venga, con todo. En el andén de la otra dirección estaba un tipo tan parecido a ti, con trajecito, sin saco y una maleta para el gym. Obvio, no podías ser tú.

Aún me queda una pizca de ingenuidad.